Una vez arriba, el camionero -que iba más salido que el rabo'una boina- le dice:
- Mire hermana... ésto le va costar, bajarse al pilón. Lo siento, pero en ésta vida... todo cuesta algo.
Así que en el primer apartadero que ven, el camionero para... y la monjita se pone a la faena. Con tanto entusiasmo, que el camionero le quita la ropa y la posee salvajemente en la cama de detrás de los asientos.
Una vez de nuevo en carretera... la monja exclama -como pensando en voz alta:
- Ay...!! Qué dirá la madre superiora cuando le diga que me ha hecho el amor tres veces...!!
El camionero, enfurruñado, le dice:
- Oiga, oiga, hermana... No se confunda, que yo sólo la he follao una vez, eh...?
- Bueno, si... Pero no quiere decir que de aquí a Sevilla, caerán un par de polvos más... por lo menos...??
NaCluT!!!
