La crisis explicada por uno de Bilbao...
Publicat: dl., 08 jul. 2013, 10:39
Maritxu es la propietaria de un bar en Bilbao, que ha comprado con un préstamo bancario. Como es natural, quiere aumentar las ventas, y decide permitir que sus clientes, muchos de los cuales son txikiteros en paro, beban hoy y paguen otro día.
Va anotando en un cuaderno todo lo que consumen cada uno de sus clientes. Esta es una manera como otra cualquiera de concederles préstamos.
(Nota: Pero en realidad, no le entra en caja dinero.)
Muy pronto, gracias al boca a boca, el bar se empieza a llenar de clientes.
Como sus clientes no tienen que pagar al instante, Maritxu decide aumentar los beneficios subiendo el precio de la cerveza y del vino, que son las bebidas que sus clientes consumen en mayor cantidad.
El margen de beneficios aumenta vertiginosamente.
(Nota: Pero en realidad, es un margen de beneficios virtual; la caja sigue estando vacía de ingresos.)
Un empleado del banco, muy emprendedor, y que trabaja de director en la sección de servicio al cliente, se da cuenta de que las deudas de los clientes del bar son activos de alto valor, y decide aumentar la cantidad del préstamo a Maritxu; el empleado del banco no ve ninguna razón para preocuparse, ya que el préstamo bancario tiene como base para su devolución las deudas de los clientes del bar.
(Nota: ¿Vas pillando lo que pasa?)
En las oficinas del banco los directivos convierten estos activos bancarios en "bebida-bonos", "alco-bonos" y "vomita-bonos" bancarios; estos bonos pasan a comercializarse y cambian de manos en el mercado financiero internacional. Nadie comprende en realidad qué significan esos nombres tan raros de esos bonos; ni saben qué garantía tienen, ni siquiera si tienen o no alguna garantía. Pero como los precios siguen subiendo constantemente, el valor de los bonos sube también constantemente.
(Nota: El castillo de naipes crece y crece y no para de crecer, pero esto es un camelo; no hay detrás solidez monetaria que lo sustente. Todo son "bonos", es decir, papelitos que "representan" tener valor siempre y cuando el castillo de naipes se sostenga.)
Sin embargo, aunque los precios siguen subiendo, un día un asesor de riesgos financieros que trabaja en el mismo banco asesor, al que, por cierto, despiden pronto a causa de su pesimismo, decide que ha llegado el momento de demandar a Maritxu el pago de su préstamo bancario.
Maritxu, a su vez, exige a sus clientes el pago de las deudas contraídas con el bar; pero, claro está, los clientes no pueden pagar las deudas porque están en paro. Maritxu no puede devolver sus préstamos y entra en bancarrota.
(Nota: Maritxu pierde el bar.)
Los "bebida-bonos" y los "alco-bonos" sufren una caída de un 95% de su valor. Los "vomito-bonos" van ligeramente mejor, ya que sólo caen un 80%.
Las compañías que proveían a Maritxu, que le dieron plazos largos a los pagos, y que a su vez también adquirieron esos bonos cuando empezaron a subir de precio, se encuentran en una situación inédita. El proveedor de vinos entra en bancarrota, el proveedor de cerveza tiene que vender el negocio a otra compañía de la competencia.
(Nota: Los proveedores de vinos y cervezas también le fiaban a Maritxu, creyendo que estaban seguros de que cobrarían con creces al cabo de un tiempo, y como no han podido cobrar, dado que el dinero no existe, la deuda de Maritxu se los ha comido.)
El Gobierno interviene para salvar al banco, tras conversaciones entre el presidente del Gobierno y los líderes de otros partidos políticos, para poder financiar el rescate del banco. Entonces el Gobierno introduce un nuevo impuesto muy elevado que pagarán los abstemios.
(Nota: ¿Qué es lo que de verdad ha pasado? Con los impuestos de los ciudadanos inocentes, el Gobierno han tapado el agujero creado por la estupidez del banco.)
¡Por fin! ¡Una explicación que se entiende!