Ala pues! Ya estoy "limpio" y dispuesto a acumular más crónicas.... je, je, je....
II Trobada Custom, Wanderers M.G. Barcelona. LA LLAGOSTA.
Domingo. Veintitrés de mayo de dos mil diez...
Tras haber pasado la noche currelando como un "Pepe", llegaba el momento más esperado de la semana!!
La salida motera, rutera, mañanera y tripera!! Je, je, je...
Aunque en ésta ocasión, el curro se comportó como el culo conmigo... Y si bien es cierto que ese día, originalmente tenía fiesta, no era menos cierto que por motivos ajenos a mi voluntad... se había tenido que cambiar el cuadrante, y me tocaba volver a currelar de nuevo ésa noche...!
Pero bueno, seguimos el plan como estaba previsto... aunque volveríamos antes de lo acordado, para poder sobar y recuperarme para la noche...
Mas… dejémonos de hablar de "malos rollos"... y dediquémonos a lo que de verdad importa: La salida!!
Salí, pues, del currelo, vestido debidamente y montado en mi estupenda burrica.
Que dicho sea de paso, salía perfectamente reparada, en cuanto a problemas eléctricos se refiere... y armada -como luego se oiría-, de un estupendo claxon de coche...
Ahora sí me las latas!!! Je, je, je...
Subí por la C-15, como es costumbre... dispuesto a llegar al Monterrey.
Donde cafetearía plácidamente, leyendo el periódico en la mini -pero apañá- terracita de nuestros amigos de la Rambla de la Girada...
En ésta ocasión -como salía prácticamente lleno- no paré a llenar el depósito de mi pequeña, dulce y entrañable Bilú It. Pensando en hacerlo más tarde por el camino...
Y me dirigí directa y rápidamente hacia nuestro punto oficial de encuentro...
Donde me pedí un carajillo -descafeinado, pues ya llevaba mucha cafeína en las venas-, y me senté a leer un ratillo.
Pero no leí mucho, pues al poco apareció Moli con su Negra, a la que le había quitado -temporalmente- el asiento del acompañante, el portaequipajes, y el respaldo. Y le daba un aspecto que recordaba remotamente una Bobber, que realmente sentaba de puta madre a su montura... je, je, je...
Allí charlamos un ratillo, nos relajamos en uno de los momentos más gratificantes de cualquier ruta, y nos preparamos para iniciarla en breves instantes.
Y es que ese día, no podíamos perder tiempo en salir... pues el regreso iba a ser bastante más tempranero de lo habitual...
Emprendimos la ruta armados con el GPS, que en ésta ocasión se iba a portar de puta madre... Salvo en un punto, que como veremos después, fue un fallo humano. Y para más señas -para variar-, mío... je, je, je...
La rutilla empezó por la N-340, dirigiendo nuestras proas hacia Avinyonet... L'Ordal... La temida zona curvera... Vallirana... Y luego, tras pasar debidamente capitaneados por el electrónico aparejo, la zona oscura cercana a Barcelona... nos metimos en la AP7.
La verdad es que en el coche, uno oye perfectamente los avisos previos a cualquier cambio de sentido o de carril. Pero en moto, uno debe estar pendiente de cuando ve la flechilla... Y claro, puede suceder -como sucedió- que uno no sabe si la flechilla avisa de un cambio inminente, o a tener en cuenta en tres kilómetros.
Y por eso, fue que pasada la salida a Bellaterra... no pudimos pillar la C-58 que se me antoja que hubiera sido la ruta más recta hasta La Llagosta... Y el aparatillo nos hizo dar la vuelta, y nos llevó a través de un polígono industrial -pues le quité la opción de los peajes-, hasta Santa Perpetua de la Mogoda. Pueblo colindante con nuestro destino...
Una vez allí, tras comprobar que la falta de actualización nos enviaba por calles en dirección prohibida... no tardó en llevarnos hasta La Llagosta. Donde ya paré el aparato, esperando empezar a ver carteles indicativos. Pero no fue así...
Aunque, parados en un semáforo, apareció providencialmente un motero al que le pedí por la Trobada Custom a la que nos dirigíamos... y nos llevó hasta ella en un periquete y sin más problemas...
Llegados a la zona de estacionamiento... descubrimos que ya se encontraban allí un buen montón de burras!! Y montonazo de gente... y un ambiente que cada vez iría a más, a medida que avanzara la mañana...
Aparcamos, pues, nuestras niñas... Nos despojamos de las chupas, dejando solo los chalecos bajo el que iba a ser un sol de justicia... Y nos dispusimos a integrarnos en tan concurrida concentra.
Lo primero que hicimos, fue acudir a apuntarnos y pillar los tickets. Que por cinco eurillos, te daba derecho a dos bebidas y un almuercete consistente en un huevete frito... un cacho de morcilla... uno de chistorrilla... Pan, cubiertos y servilleta.
Vamos, no se puede pedir más por ese precio... je, je, je...
Allí mismo, apuntándonos, pudimos saludar al compañero Jorderic. De Wanderers M.G. Barcelona. Organizadores y por ende, anfitriones de tan especial acto...
Y justo antes de ir a por el papeo, saludamos a Rufus, Presidente del capítulo de Tarragona... su esposa Tomasa, y al ahijado, Dídac.
Amigos a quienes no vemos muy a menudo, y a los que siempre es un placer saludar...
El amigo Moli, que ya lleva un buen puñado de kilos perdidos -como veinte, y bajando...-, no se empujó el almuerzo que yo no perdoné. Así que lo pedimos en la barra donde se podía ver a un buen montón de Wanderers, sudando la gota gorda, procurando que los almuerzos salieran lo más rápido posible... Entre ellos, Peluco. Que nos invitó personalmente a pasarnos por allí... y a quien quisimos saludar y felicitar calurosamente, pues la verdad es que el evento estaba de putísima madre...!
Allí, esperando, pudimos ver que hasta allí habían acudido un buen montón de Moto Grupos, amigos unos, conocidos los otros... Al Escape, Cíclopes, Reyes de la Ruta, El Viejo Cowboy... Imposible enumerarlos a todos...!
Almorcé, pues, en un periquete, que el hambre arreciaba ya... Y tras el papeo, nos fuimos juntos, Moli y yo, a otear tiendas y tenderetes buscando una imposible camiseta motera -que no fuera negra- para su pequeño David.
Pero tiene huevos eso de que tengan que ser todas negras...!
Y que conste que es mi color favorito, eh? Pero podría haber más variedad, coñe...!!
En ese momento, tuve el placer de conocer a Frank de El Lokal de El Vendrell. Un tipo cachondo como pocos... con quien tendremos el placer de rutear cualquier día de estos.
Poco más tarde, y mirando los tenderetes, nos saludaron un par de amiguetes de Cíclopes... Luego, Fredy, del Hollister 47 de Cubelles...
Vamos, que allá donde miraras, te encontrabas con amigos, amiguetes y conocidos.
Y desde aquí, mis disculpas a los que me olvide de enumerar…
Decidimos ir a echar unos vistazos más detenidos a las motos, y de paso echar unas fotillos... y es que teniendo que partir pronto, debíamos "concentrarlo" todo un poquito...
Allí, fotografiando y babeando, pudimos saludar a Halcones. Que llegaban en ese momento... Y saludar, de paso, a Nomada, Korty, y compañía…
Y ya –llegando a la hora del Ángelus-, empezamos a plantearnos el ir haciendo un pensamiento...
Antes, eso sí, saludamos a los amigos Dani, Rafa, Toni... Todos ellos de Wanderers M.G. Tarragona. A quienes, como dije antes, vemos muy pocas veces... y siempre es un placer saludar.
Y ya sí. Ya... tocaba la hora de despedirse de cuantos viéramos al paso –uno de ellos, Jordy, Presidente del Moto Grupo anfitrión-, y de dirigirse hasta las motos.
Ponerse las inapetentes chupas, que con aquel calor, eran más bien sacos de tortura...
Y emprender el viaje de regreso.
La ruta fue -poco más o menos-, la misma que la de la ida.
Y a la altura del Vallirana, llené por fin el pequeño depósito de mi pequeña... que estaba ya sedienta del todo... je, je, je... Y es que a la ida no lo llené…! Je, je, je…
Un trayecto tranquilo y relajado, que nos llevó hasta Vilafranca, a lo largo de nuestra querida amiga, la N-340.
Donde nos despedimos, como siempre, en la salida hacia la C-15 que me llevó hacia mi casa en La Blanca Subur…. a descansar como es debido, para afrontar la nueva jornada -nocturna- laboral, que se cernía sobre mí esa misma noche.
Pero eso no me impidió seguir soñando, una vez más y como cada vez que terminamos la ruta... en la próxima y esperada aventura de AMICUS!!
Oh, yeah...!!! Je, je, je...
NaClu2!!!