07 de junio'15. Ruta NBA. GARRAF - PENEDÈS.
Publicat: dv., 12 juny 2015, 23:00
Ahí va la croniquita del pedazo de encuentro del domingo, companys...
Espero que os guste...!!
Ruta NBA. GARRAF - PENEDÈS.
El pasado siete de junio realizamos uno de los encuentros más emotivos, esperados, y emocionantes, de los últimos meses.
Se trataba de realizar una salida conjunta pendiente que teníamos con Birraiders, y otra que teníamos con Nacidos para Rodar. Así que aprovechando el buen rollo que hay entre los tres grupos… se nos ocurrió unirlos y realizar una ruta que llamaríamos “NBA”. NACIDOS, BIRRAIDERS, y AMICUS…!
Pero que nadie vaya a pensar que así nos ahorrábamos un encuentro, eh…? Porque a la “Ruta NBA” le seguirá la “Ruta NBA II”…! Con fecha medio acordada… y cuya organización está a punto de ponerse en marcha…! Je, je, je…
Pero bueno… de momento nos centraremos en el relato de la primera parte, que es la que nos ocupa. Y la otra ya llegará cuando toque…
La idea de la ruta, era realizarla por las tres comarcas que forman “nuestra zona”. Es decir, Garraf –que es la que nos da nombre-, Alt y Baix Penedès. (Lo que vendría a ser la Vegueria del Penedès…)
La ruta arrancaría en el Alt Penedès, donde iríamos a almorzar… para luego bajar al Garraf. Y sin dejar de rutear más que para echarse unas fotos… o tomar una birra, tirar para el Baix Penedès. Que es donde comeríamos…
Y de éste modo ya tendríamos –a grandes rasgos- montada lo que sería la ruta de la jornada…!
En sus mejores tiempos, Miguel Ríos llevaba dos baterías. Nosotros, que no somos ni menos marchosos, ni menos roqueros, ni menos auténticos… íbamos a llevar dos capitanes! Je, je, je…
Uno –Pitu- se encargaría de llevar el grupo por el Alt Penedès… y el segundo –mi menda lerenda- de hacerlo por el Garraf, y el Baix Penedès.
Así que para que todo saliera a pedir de boca, y poder calcular los tiempos con conocimiento de causa… unas semanas antes quedamos los dos, y realizamos lo que vendría a ser un ensayo de la ruta.
Ya estaba todo listo…!!
Sólo quedaba aguardar al día del encuentro…
…para poder disfrutar –por fin- la esperada Ruta NBA…!!
La mañana en cuestión llegó… como tarde o temprano acaba de llegar todo cuanto esperamos. Y si bien es cierto que algunos –los más madrugadores y responsables- ya nos encontramos en el Ronda de Mar sobre las ocho y media… el grueso de la tropa llegó a partir de las nueve. Que era la hora oficial del encuentro… y el momento pronosticado para que todos cafeteáramos.
Allí nos encontramos Jordicamu600, Txetxu, Anna, Laia, Oscar, Pitu, Choppers, Juan Poti, Aracely, Lobo, Brisa, Sergi, Elena, Xavi, Rocinante, Pittfall, Butterfly, Tey, Eagle, Vicky, y éste que os habla.
Allí cafeteamos ricamente… y al punto de la hora acordada, montamos el grupete de ruta para salir…
El orden…? En aquél momento pensamos que lo más lógico, cómodo, y práctico para todos… es que cada grupo se organizara/ordenara según su experiencia. Y por ello… montamos en la parte delantera del grupo de ruta a AMICUS, seguidos por NACIDOS –que se organizaron según su criterio-, seguidos por BIRRAIDERS –que también se ordenaron a su libre albedrío-, y cerrando el grupo… el segundo capitán. Para hacer de apoyo al primero… y asegurarse que atrás hubiera alguien que conociera la ruta.
Y empezó la NBA…!!!
Salimos de nuestro “parking privado”… y tras pasar fugazmente por la rambla de la Girada… fuimos a buscar nuestra vieja y dulce amiga N340. Que nos llevó a embocarnos en la C15… para luego desviarnos por la carretera de Sant Sadurní.
Carretera que recorrimos gustosamente hasta el desvío a Gelida, donde arrancamos con una curverilla amiga que nos llevaría hasta las barbacoas…
Una vez allí, aparcamos las burras en el parking del garito –al otro lado de la carretera-, y al dirigirnos al bar… nos comunicaron que las tres mesas que habíamos encargado, nos las habían ubicado justo al lado del boliche.
Cagada gorda… pues les pagamos el alquiler de las tres mesas –como si fuéramos a comer en plan bocadillera –que es como se había organizado el almuerzo-, pero no tardamos en darnos cuenta que la mayor parte de los asistentes optaron –por aquello de hacerles gasto- por almorzar papeo del garito.
Desde luego… los muy cabrones (los del garito) anda que se estiraron al ver que les hacíamos mogollón de gasto.
Pues nop…!
Muy al contrario… tomaron nota, pidiendo permiso a un pie para mover el otro.
Sirvieron las mesas con el ánimo más tranquilo que Fred Basset con dos valiums…
Sirviendo una pitanza que dejaba mucho que desear… porque los bocadillos –sobretodo los de botifarra- venían a medio llenar. (Poca vista de no abrirlas y ocupar con ellas todo el pan…)
Las claras, más calentorras que la entrepierna de Cicciolina…
Y por si todo esto fuera poco… tardaron tanto en servir, que nos sacaron los bocatas casi a la hora que teníamos calculada para salir de allí…!!
Vamos, como decía aquél… “una vez y nada más”.
Pues si bien es cierto que gran parte de la culpa es nuestra –mejor dicho, mía-, por haber elegido un boliche al que no habíamos ido nunca… (Me dejé llevar por la ubicación) …no es menos cierto que el servicio, el trato, y todo en general… no estuvo a la altura de lo esperado.
Que los méritos –si los hubiere-, quedaron eclipsados por los muchos deméritos –que los había.
Y por tanto… blanco y en botella. Está claro, no…?
Allí va a volver éste que escribe, el día que las gallinas toquen la guitarra eléctrica… porque ni ganas de dar una segunda oportunidad me han quedado, a alguien que cobra sin escrúpulos el alquiler de unas mesas… sabiendo la venta que va a hacer.
Y si me dijeras que las demás mesas estaban ocupadas…
…pero es que éramos las únicas mesas de la barbacoa, donde hubiera culos calentando asiento, coñe…!
Lo dicho. Que una vez… y nada más.
Cuando salimos de allí –tras liquidar religiosamente en la barra-, montamos de nuevo el grupo de ruta… pero sabiendo que parte de la ruta que pasaría por el Garraf la tendríamos que suspender si queríamos recuperar el tiempo perdido miserablemente…
Y con ello, perdíamos la oportunidad de echarnos una foto en la Pasifae. (Algo que a mí personalmente, me los tocó muy bien tocados…)
Salimos de allí, nos despedimos de Xavi –a quien reclamaban compromisos familiares- y tras cruzar Gelida y Sant Llorenç d’Hortons… pusimos rumbo a Sant Sadurní. De allí, a Vilafranca…
…pero antes de llegar a la capital de l’Alt Penedès, viramos a mano anarca para encarar mascarones a Sant Sebastià dels Gorgs.
Donde nos echamos una foto de grupo… y descubrimos lo que pasa cuando un semáforo está cerca de un agujero negro… je, je, je…
Tras montar el grupo de nuevo, seguimos ruta por Sant Cugat de Sesgarrigues, Sant Pere de Molanta…
…y ahí es donde comprobé una segunda cagada organizativa, cuya culpa recae única y exclusivamente sobre mis hombros. Y es que en vez de cambiarme con Pitu en cualquiera de las paradas de rotonda que hacíamos… le propuse hacerlo en la recta de Sant Pere de Molanta. Por la que no pasa mucha gente… y rara vez te cruzas con alguien. Por tanto, allí sería muy fácil que él se “dejara caer” hasta la cola del grupo… mientras yo adelantaba al mismo por la izquierda.
Pues bien… ese día, tres coches se pusieron de acuerdo… y venían de cara imposibilitando que pudiera adelantar al grupo…!! Vaya tela…
Y la recta se terminó, llegando a la zona de curvas.
Así que lo tuve que hacer sobre la marcha, como pude, y francamente mal… para poder colocarme a la cabeza. Pues Pitu ya hacía rato que se había ubicado en la retaguardia del grupazo…
Por suerte todo salió bien… y en breve ya estaba capitaneando el grupo y poniendo rumbo a Sant Pere de Ribes.
Una vez allí, le pregunté la hora a Juan Poti. Pero cuando me dijo que la una de la tarde… vi claro que incluso entrar en Vilanova para dar un garbeo rápido por el paseo marítimo –o aunque fuera por el puerto- iba a ser imposible. Ya que precisamente a esa hora… ya debería hacer diez minutos que hubiéramos salido de L’Habana Xica después de una tranquila parada fotográfica de veinte minutos. (Sic)
Aparte… Roxie, Conchi, y Boots48, nos esperaban en Cal Barretet. Y no era plan de hacerles esperar más de lo necesario…
Por tanto… en Ribes mismo pillé la vieja carretera del Casino, que nos llevó hasta la C15. La cual cruzamos fugazmente para meternos en la C31… que nos circunvalaría Vilanova hasta llevarnos a la mítica, divertida, y siempre recurrente, carretera del pantano.
La carretera del pantano –junto a la del Casino- constituyen las dos carreteras que he hecho más veces en mi vida, y en ellas tengo tantos recuerdos… que me es imposible recorrerlas sin que al hacerlo me pierda en alguno de ellos mientras las dibujo de la mejor manera que puedo y se.
Sinceramente, no hay carreteras que disfrute más…
Por eso, subir la carretera del pantano, seguido de tantos y tan buenos amigos… me emociona.
Me emocionó entonces, y me emociona ahora al recordarlo.
Y es que –como digo- poquitos rincones de éste mundo albergan tantos momentos de mi pasado…
…recuerdos de la infancia…
…y sobretodo, paso por una adolescencia que –a mis treinta y diez- aún no he dejado atrás.
Cuando llegamos a Castellet y paré en el parking de Cal Barretet… “noté” que algo raro pasaba.
Lo noté –a decir verdad- mucho antes de aparcar. Pues llegando por la carretera… faltaban coches, faltaba gente, faltaban mesas y sillas…
…faltaba –en definitiva- la vida a que nos tenía acostumbrado éste típico restaurante que con su cierre, da carpetazo a otro rincón de mis recuerdos más tempraneros.
Perra vida…
Quienes faltaban además, eran Roxie, Conchi, y Boots…!! Así que les llamé… y me comentaron que habían ido para Ca la Conchi. El restaurante donde comeríamos…
Así que después de hablar con la colla, decidimos acudir al restaurante… a pesar que nos moríamos de sed y hubiéramos buscado otro sitio donde remojar el gaznate. Pero como no era plan de dejarles allí esperando in eternum…
Así que salimos de Castellet con intención de terminar el resto de la ruta, y personarnos en Les Peces.
Al pasar por Banyeres… paramos en la gasolinera para que Tey y alguno más, llenara el depósito de su burra. Ya que las autonomías no son muy generosas con algunos modelos. Y el de Tey –como ella misma me recordó- lo conozco muy bien. Pues la Savage apenas recorre ciento cincuenta kilómetros sin pedir bebercio… je, je, je…
La idea era una parada tranquila y rápida para seguir ruta…
…pero aquí, el dios bicilíndrico, el Gran Manitou, y algún que otros duendecillo cabrón/hijo puta… se aliaron y nos proporcionaron el susto de la jornada.
Y es que precisamente la Savi de Tey –o mejor dicho, de su cuñada- partió el cable del embrague…!!
Menudo putadón gordo donde los haya!!!
Menos mal que pudimos poner nuestras burras repartidas por los cobertizos del lavadero y el aspirador… y allí pudimos aguardar pacientemente (chupando bebidas de la gasolinera) que las expertas manos de Rafa arreglaran el estropicio.
Pero no pudo ser…
Algunos –como Txetxu, que en el fondo es un niño…- se entretuvieron –y refrescaron- con la pistola –cátcher- del lavadero, poniendo a todo aquél que lo deseara, literalmente perdido.
Mientras… el resto aguardábamos a la sombra –pues nos encontrábamos en pleno mediodía solar- que los hechos fueran descubriéndose… y poder –al fin- arrancar motores.
Algo que hicimos cuando llegó Idoya. Dueña de la moto averiada, cuñada de Tey, hermana de Rafa, y amiga de todos…
Así que allí dejamos a Tey e Idoya para que esperaran la grúa… y luego pusieran rumbo a Les Peces.
Con lo cual… pusimos proa hacia el último tramo que nos quedaba…!!
Salimos de Banyeres, y tiramos para Llorenç del Penedès. De allí… tiramos para La Bisbal del Penedès. Y de allí, a Albinyana. Fin de nuestra ruta, y destino de aquél grupazo que ya tenía unas ganas locas de zampar…!! Je, je, je…
Al entrar en Les Peces… y en concreto, en la calle del garito de nuestro buen amigo Jordi… descubrimos una kilométrica mesa donde estaban sentadas Roxie, Conchi, Boots, Carmen, Borja, y Kevin…
Besos, abrazotes, y arrumacos…
…y fuimos colocándonos en la mesa, al tiempo que íbamos pidiendo bebidas refrescantes que nos aliviaran el gaznate.
Llegó también Rizos, la esposa de Rocinante…
…y con la llegada del coche de Idoya, portándola a ella y a su cuñada… dimos por completa la mesa, con un total de veintisiete comensales.
Casi ná…!!
El plato estrella –como era de esperar- el archiconocido Miguelito…!!
Que en ésta ocasión añadía una nueva variante a las ya conocidas tangentes compuestas de queso, y/o cebolla. Ya que hubo quien le puso pimientos, y aquello adquirió una pinta que… Bufff…!!
Txetxu –valiente donde los haya- se atrevió con “El Reto”. Y a su preparación psicológica dedicamos los previos, los pica-pica, y el mejor cachondeo.
Pero cuando llevaba algo más de medio bocata, y comprendiendo que no lo iba a conseguir… decidió abandonar –con un par- y dedicarse a comer el resto del bocata que le quedaba, a buen ritmo. Saboreándolo… y disfrutando. Que es de lo que se trata…
Ciertamente, es imposible que vayamos a Ca la Conchi y no disfrutemos…
…y ese día no iba a ser una excepción.
Allí se come de puta madre… se está de lujo… y nos tratan –que es lo más bonito- como buenos amigos de la casa.
Por tanto, no es difícil imaginar que a la pitanza sabrosa y suculenta, le siguió unos postrecillos de helado que ríase usted del carrito del Hilton…! Je, je, je…
Luego, cafelotes varios, chupitos de la casa… y cachondeo sobremesero, inconfundiblemente NBA.
La guinda del pastel… vino de manos de Rocinante. Que nos hizo entrega del cuadro de Nacidos para Rodar…!!
Un hermosos cuadro con sus colores… que de momento nos vemos obligados a guardar. Pero que en cuanto volvamos a disponer de una pared donde lucirlo…
…ocupará un lugar de honor!!
Como nuestros buenos amigos, que se lo ganan directamente en nuestro corazón…
Muchas gracias companys…!!
La tarde seguía su curso, y las manecillas de los relojes avanzaban inexorablemente…
Para algunos ya iba siendo hora de emigrar. Así que levantamos campamento, liquidamos cuentas, y nos dispusimos a despedirnos unos de otros… con la intención –nada apetecible para varios- de ir para casa.
En estas condiciones… puede suceder que a uno se le pueden ocurrir mil millones de ideas, y que ninguna cuaje.
Pero yo no sé qué pasó… que a mí se me ocurrió proponer una visita al karting, y Jordi abrió los ojos como discos de vinilo…! Al tiempo que dibujaba una sonrisa más brillante que las teclas del piano de Ray Charles… je, je, je…
Como el profeta… me encargué de llevar la palabra a todo quisqui, por si alguno más se animaba a venir de expedición al karting de El Vendrell. (En sus tiempos, el mayor de Europa)
Pero no triunfó la idea en las mentes bien pensantes… y todo el mundo se fue despidiendo de todo el mundo, arrancando motores, y poniendo rumbo a sus keos.
Todo el mundo?? Todos…? Nop!!
Allí quedamos Anna, Laia, Choppers, Jordi, Txetxu, Oscar, y éste que os cuenta… que tras recorrer los apenas quince minutos que nos separaban del circuito, aparcamos las burras… nos informamos del servicio… y alquilamos unos bólidos para vivir una de las experiencias más cansadas de todo el día…!
Pues después de “la carrera de diez minutos”… terminamos más petados que un pito de goma…!!
Petados, pero contentos… pues aquella tarde todos ganamos.
Sobretodo Anna, que nunca había llevado un bicho de cuatro ruedas… y esa experiencia empírica la transformó…!! Ja, ja, ja…
Y es que sentir el derrapaje de las ruedas en las curvas del circuito, mientras culeamos por ceñirnos al trazado y sacarle dos décimas al cabronasso que se nos ha colado con un limpio interior en la curva anterior… no tiene precio…
Salimos del circuito, nos dirigimos a la terraza… y allí refrescamos los gaznates mientras recuperábamos el aliento, gastándolo irremediablemente comentando la jugada con los amigos.
Qué bien lo pasamos…!!
Si es que… somos como niños…!!
De allí ya, pusimos rumbo para casa… mal que algunos decidieron cambiar el itinerario. Ya que se iban a comer caravana fueran por donde fueran… así que antes de recorrer cuarenta kilómetros hasta el Ordal, prefirieron recorrer casi treinta hasta Sitges… y allí pillar Las Costas.
Sindo –obviamente- prefirió la N340… para pillar la C15 en Vilafranca y subir a Igualada.
Pero aún así… él tampoco se libró de andar en caravana.
Y así terminaba la esperada Ruta NBA…!!
Una ruta ye terminó con todo el mundo en casa… feliz por el día compartido.
Una ruta entre amigos… que si todo va bien repetiremos antes de otoño…!! Je, je, je… Oh, yeah…!!!
NaCluT!!!
Espero que os guste...!!
Ruta NBA. GARRAF - PENEDÈS.
El pasado siete de junio realizamos uno de los encuentros más emotivos, esperados, y emocionantes, de los últimos meses.
Se trataba de realizar una salida conjunta pendiente que teníamos con Birraiders, y otra que teníamos con Nacidos para Rodar. Así que aprovechando el buen rollo que hay entre los tres grupos… se nos ocurrió unirlos y realizar una ruta que llamaríamos “NBA”. NACIDOS, BIRRAIDERS, y AMICUS…!
Pero que nadie vaya a pensar que así nos ahorrábamos un encuentro, eh…? Porque a la “Ruta NBA” le seguirá la “Ruta NBA II”…! Con fecha medio acordada… y cuya organización está a punto de ponerse en marcha…! Je, je, je…
Pero bueno… de momento nos centraremos en el relato de la primera parte, que es la que nos ocupa. Y la otra ya llegará cuando toque…
La idea de la ruta, era realizarla por las tres comarcas que forman “nuestra zona”. Es decir, Garraf –que es la que nos da nombre-, Alt y Baix Penedès. (Lo que vendría a ser la Vegueria del Penedès…)
La ruta arrancaría en el Alt Penedès, donde iríamos a almorzar… para luego bajar al Garraf. Y sin dejar de rutear más que para echarse unas fotos… o tomar una birra, tirar para el Baix Penedès. Que es donde comeríamos…
Y de éste modo ya tendríamos –a grandes rasgos- montada lo que sería la ruta de la jornada…!
En sus mejores tiempos, Miguel Ríos llevaba dos baterías. Nosotros, que no somos ni menos marchosos, ni menos roqueros, ni menos auténticos… íbamos a llevar dos capitanes! Je, je, je…
Uno –Pitu- se encargaría de llevar el grupo por el Alt Penedès… y el segundo –mi menda lerenda- de hacerlo por el Garraf, y el Baix Penedès.
Así que para que todo saliera a pedir de boca, y poder calcular los tiempos con conocimiento de causa… unas semanas antes quedamos los dos, y realizamos lo que vendría a ser un ensayo de la ruta.
Ya estaba todo listo…!!
Sólo quedaba aguardar al día del encuentro…
…para poder disfrutar –por fin- la esperada Ruta NBA…!!
La mañana en cuestión llegó… como tarde o temprano acaba de llegar todo cuanto esperamos. Y si bien es cierto que algunos –los más madrugadores y responsables- ya nos encontramos en el Ronda de Mar sobre las ocho y media… el grueso de la tropa llegó a partir de las nueve. Que era la hora oficial del encuentro… y el momento pronosticado para que todos cafeteáramos.
Allí nos encontramos Jordicamu600, Txetxu, Anna, Laia, Oscar, Pitu, Choppers, Juan Poti, Aracely, Lobo, Brisa, Sergi, Elena, Xavi, Rocinante, Pittfall, Butterfly, Tey, Eagle, Vicky, y éste que os habla.
Allí cafeteamos ricamente… y al punto de la hora acordada, montamos el grupete de ruta para salir…
El orden…? En aquél momento pensamos que lo más lógico, cómodo, y práctico para todos… es que cada grupo se organizara/ordenara según su experiencia. Y por ello… montamos en la parte delantera del grupo de ruta a AMICUS, seguidos por NACIDOS –que se organizaron según su criterio-, seguidos por BIRRAIDERS –que también se ordenaron a su libre albedrío-, y cerrando el grupo… el segundo capitán. Para hacer de apoyo al primero… y asegurarse que atrás hubiera alguien que conociera la ruta.
Y empezó la NBA…!!!
Salimos de nuestro “parking privado”… y tras pasar fugazmente por la rambla de la Girada… fuimos a buscar nuestra vieja y dulce amiga N340. Que nos llevó a embocarnos en la C15… para luego desviarnos por la carretera de Sant Sadurní.
Carretera que recorrimos gustosamente hasta el desvío a Gelida, donde arrancamos con una curverilla amiga que nos llevaría hasta las barbacoas…
Una vez allí, aparcamos las burras en el parking del garito –al otro lado de la carretera-, y al dirigirnos al bar… nos comunicaron que las tres mesas que habíamos encargado, nos las habían ubicado justo al lado del boliche.
Cagada gorda… pues les pagamos el alquiler de las tres mesas –como si fuéramos a comer en plan bocadillera –que es como se había organizado el almuerzo-, pero no tardamos en darnos cuenta que la mayor parte de los asistentes optaron –por aquello de hacerles gasto- por almorzar papeo del garito.
Desde luego… los muy cabrones (los del garito) anda que se estiraron al ver que les hacíamos mogollón de gasto.
Pues nop…!
Muy al contrario… tomaron nota, pidiendo permiso a un pie para mover el otro.
Sirvieron las mesas con el ánimo más tranquilo que Fred Basset con dos valiums…
Sirviendo una pitanza que dejaba mucho que desear… porque los bocadillos –sobretodo los de botifarra- venían a medio llenar. (Poca vista de no abrirlas y ocupar con ellas todo el pan…)
Las claras, más calentorras que la entrepierna de Cicciolina…
Y por si todo esto fuera poco… tardaron tanto en servir, que nos sacaron los bocatas casi a la hora que teníamos calculada para salir de allí…!!
Vamos, como decía aquél… “una vez y nada más”.
Pues si bien es cierto que gran parte de la culpa es nuestra –mejor dicho, mía-, por haber elegido un boliche al que no habíamos ido nunca… (Me dejé llevar por la ubicación) …no es menos cierto que el servicio, el trato, y todo en general… no estuvo a la altura de lo esperado.
Que los méritos –si los hubiere-, quedaron eclipsados por los muchos deméritos –que los había.
Y por tanto… blanco y en botella. Está claro, no…?
Allí va a volver éste que escribe, el día que las gallinas toquen la guitarra eléctrica… porque ni ganas de dar una segunda oportunidad me han quedado, a alguien que cobra sin escrúpulos el alquiler de unas mesas… sabiendo la venta que va a hacer.
Y si me dijeras que las demás mesas estaban ocupadas…
…pero es que éramos las únicas mesas de la barbacoa, donde hubiera culos calentando asiento, coñe…!
Lo dicho. Que una vez… y nada más.
Cuando salimos de allí –tras liquidar religiosamente en la barra-, montamos de nuevo el grupo de ruta… pero sabiendo que parte de la ruta que pasaría por el Garraf la tendríamos que suspender si queríamos recuperar el tiempo perdido miserablemente…
Y con ello, perdíamos la oportunidad de echarnos una foto en la Pasifae. (Algo que a mí personalmente, me los tocó muy bien tocados…)
Salimos de allí, nos despedimos de Xavi –a quien reclamaban compromisos familiares- y tras cruzar Gelida y Sant Llorenç d’Hortons… pusimos rumbo a Sant Sadurní. De allí, a Vilafranca…
…pero antes de llegar a la capital de l’Alt Penedès, viramos a mano anarca para encarar mascarones a Sant Sebastià dels Gorgs.
Donde nos echamos una foto de grupo… y descubrimos lo que pasa cuando un semáforo está cerca de un agujero negro… je, je, je…
Tras montar el grupo de nuevo, seguimos ruta por Sant Cugat de Sesgarrigues, Sant Pere de Molanta…
…y ahí es donde comprobé una segunda cagada organizativa, cuya culpa recae única y exclusivamente sobre mis hombros. Y es que en vez de cambiarme con Pitu en cualquiera de las paradas de rotonda que hacíamos… le propuse hacerlo en la recta de Sant Pere de Molanta. Por la que no pasa mucha gente… y rara vez te cruzas con alguien. Por tanto, allí sería muy fácil que él se “dejara caer” hasta la cola del grupo… mientras yo adelantaba al mismo por la izquierda.
Pues bien… ese día, tres coches se pusieron de acuerdo… y venían de cara imposibilitando que pudiera adelantar al grupo…!! Vaya tela…
Y la recta se terminó, llegando a la zona de curvas.
Así que lo tuve que hacer sobre la marcha, como pude, y francamente mal… para poder colocarme a la cabeza. Pues Pitu ya hacía rato que se había ubicado en la retaguardia del grupazo…
Por suerte todo salió bien… y en breve ya estaba capitaneando el grupo y poniendo rumbo a Sant Pere de Ribes.
Una vez allí, le pregunté la hora a Juan Poti. Pero cuando me dijo que la una de la tarde… vi claro que incluso entrar en Vilanova para dar un garbeo rápido por el paseo marítimo –o aunque fuera por el puerto- iba a ser imposible. Ya que precisamente a esa hora… ya debería hacer diez minutos que hubiéramos salido de L’Habana Xica después de una tranquila parada fotográfica de veinte minutos. (Sic)
Aparte… Roxie, Conchi, y Boots48, nos esperaban en Cal Barretet. Y no era plan de hacerles esperar más de lo necesario…
Por tanto… en Ribes mismo pillé la vieja carretera del Casino, que nos llevó hasta la C15. La cual cruzamos fugazmente para meternos en la C31… que nos circunvalaría Vilanova hasta llevarnos a la mítica, divertida, y siempre recurrente, carretera del pantano.
La carretera del pantano –junto a la del Casino- constituyen las dos carreteras que he hecho más veces en mi vida, y en ellas tengo tantos recuerdos… que me es imposible recorrerlas sin que al hacerlo me pierda en alguno de ellos mientras las dibujo de la mejor manera que puedo y se.
Sinceramente, no hay carreteras que disfrute más…
Por eso, subir la carretera del pantano, seguido de tantos y tan buenos amigos… me emociona.
Me emocionó entonces, y me emociona ahora al recordarlo.
Y es que –como digo- poquitos rincones de éste mundo albergan tantos momentos de mi pasado…
…recuerdos de la infancia…
…y sobretodo, paso por una adolescencia que –a mis treinta y diez- aún no he dejado atrás.
Cuando llegamos a Castellet y paré en el parking de Cal Barretet… “noté” que algo raro pasaba.
Lo noté –a decir verdad- mucho antes de aparcar. Pues llegando por la carretera… faltaban coches, faltaba gente, faltaban mesas y sillas…
…faltaba –en definitiva- la vida a que nos tenía acostumbrado éste típico restaurante que con su cierre, da carpetazo a otro rincón de mis recuerdos más tempraneros.
Perra vida…
Quienes faltaban además, eran Roxie, Conchi, y Boots…!! Así que les llamé… y me comentaron que habían ido para Ca la Conchi. El restaurante donde comeríamos…
Así que después de hablar con la colla, decidimos acudir al restaurante… a pesar que nos moríamos de sed y hubiéramos buscado otro sitio donde remojar el gaznate. Pero como no era plan de dejarles allí esperando in eternum…
Así que salimos de Castellet con intención de terminar el resto de la ruta, y personarnos en Les Peces.
Al pasar por Banyeres… paramos en la gasolinera para que Tey y alguno más, llenara el depósito de su burra. Ya que las autonomías no son muy generosas con algunos modelos. Y el de Tey –como ella misma me recordó- lo conozco muy bien. Pues la Savage apenas recorre ciento cincuenta kilómetros sin pedir bebercio… je, je, je…
La idea era una parada tranquila y rápida para seguir ruta…
…pero aquí, el dios bicilíndrico, el Gran Manitou, y algún que otros duendecillo cabrón/hijo puta… se aliaron y nos proporcionaron el susto de la jornada.
Y es que precisamente la Savi de Tey –o mejor dicho, de su cuñada- partió el cable del embrague…!!
Menudo putadón gordo donde los haya!!!
Menos mal que pudimos poner nuestras burras repartidas por los cobertizos del lavadero y el aspirador… y allí pudimos aguardar pacientemente (chupando bebidas de la gasolinera) que las expertas manos de Rafa arreglaran el estropicio.
Pero no pudo ser…
Algunos –como Txetxu, que en el fondo es un niño…- se entretuvieron –y refrescaron- con la pistola –cátcher- del lavadero, poniendo a todo aquél que lo deseara, literalmente perdido.
Mientras… el resto aguardábamos a la sombra –pues nos encontrábamos en pleno mediodía solar- que los hechos fueran descubriéndose… y poder –al fin- arrancar motores.
Algo que hicimos cuando llegó Idoya. Dueña de la moto averiada, cuñada de Tey, hermana de Rafa, y amiga de todos…
Así que allí dejamos a Tey e Idoya para que esperaran la grúa… y luego pusieran rumbo a Les Peces.
Con lo cual… pusimos proa hacia el último tramo que nos quedaba…!!
Salimos de Banyeres, y tiramos para Llorenç del Penedès. De allí… tiramos para La Bisbal del Penedès. Y de allí, a Albinyana. Fin de nuestra ruta, y destino de aquél grupazo que ya tenía unas ganas locas de zampar…!! Je, je, je…
Al entrar en Les Peces… y en concreto, en la calle del garito de nuestro buen amigo Jordi… descubrimos una kilométrica mesa donde estaban sentadas Roxie, Conchi, Boots, Carmen, Borja, y Kevin…
Besos, abrazotes, y arrumacos…
…y fuimos colocándonos en la mesa, al tiempo que íbamos pidiendo bebidas refrescantes que nos aliviaran el gaznate.
Llegó también Rizos, la esposa de Rocinante…
…y con la llegada del coche de Idoya, portándola a ella y a su cuñada… dimos por completa la mesa, con un total de veintisiete comensales.
Casi ná…!!
El plato estrella –como era de esperar- el archiconocido Miguelito…!!
Que en ésta ocasión añadía una nueva variante a las ya conocidas tangentes compuestas de queso, y/o cebolla. Ya que hubo quien le puso pimientos, y aquello adquirió una pinta que… Bufff…!!
Txetxu –valiente donde los haya- se atrevió con “El Reto”. Y a su preparación psicológica dedicamos los previos, los pica-pica, y el mejor cachondeo.
Pero cuando llevaba algo más de medio bocata, y comprendiendo que no lo iba a conseguir… decidió abandonar –con un par- y dedicarse a comer el resto del bocata que le quedaba, a buen ritmo. Saboreándolo… y disfrutando. Que es de lo que se trata…
Ciertamente, es imposible que vayamos a Ca la Conchi y no disfrutemos…
…y ese día no iba a ser una excepción.
Allí se come de puta madre… se está de lujo… y nos tratan –que es lo más bonito- como buenos amigos de la casa.
Por tanto, no es difícil imaginar que a la pitanza sabrosa y suculenta, le siguió unos postrecillos de helado que ríase usted del carrito del Hilton…! Je, je, je…
Luego, cafelotes varios, chupitos de la casa… y cachondeo sobremesero, inconfundiblemente NBA.
La guinda del pastel… vino de manos de Rocinante. Que nos hizo entrega del cuadro de Nacidos para Rodar…!!
Un hermosos cuadro con sus colores… que de momento nos vemos obligados a guardar. Pero que en cuanto volvamos a disponer de una pared donde lucirlo…
…ocupará un lugar de honor!!
Como nuestros buenos amigos, que se lo ganan directamente en nuestro corazón…
Muchas gracias companys…!!
La tarde seguía su curso, y las manecillas de los relojes avanzaban inexorablemente…
Para algunos ya iba siendo hora de emigrar. Así que levantamos campamento, liquidamos cuentas, y nos dispusimos a despedirnos unos de otros… con la intención –nada apetecible para varios- de ir para casa.
En estas condiciones… puede suceder que a uno se le pueden ocurrir mil millones de ideas, y que ninguna cuaje.
Pero yo no sé qué pasó… que a mí se me ocurrió proponer una visita al karting, y Jordi abrió los ojos como discos de vinilo…! Al tiempo que dibujaba una sonrisa más brillante que las teclas del piano de Ray Charles… je, je, je…
Como el profeta… me encargué de llevar la palabra a todo quisqui, por si alguno más se animaba a venir de expedición al karting de El Vendrell. (En sus tiempos, el mayor de Europa)
Pero no triunfó la idea en las mentes bien pensantes… y todo el mundo se fue despidiendo de todo el mundo, arrancando motores, y poniendo rumbo a sus keos.
Todo el mundo?? Todos…? Nop!!
Allí quedamos Anna, Laia, Choppers, Jordi, Txetxu, Oscar, y éste que os cuenta… que tras recorrer los apenas quince minutos que nos separaban del circuito, aparcamos las burras… nos informamos del servicio… y alquilamos unos bólidos para vivir una de las experiencias más cansadas de todo el día…!
Pues después de “la carrera de diez minutos”… terminamos más petados que un pito de goma…!!
Petados, pero contentos… pues aquella tarde todos ganamos.
Sobretodo Anna, que nunca había llevado un bicho de cuatro ruedas… y esa experiencia empírica la transformó…!! Ja, ja, ja…
Y es que sentir el derrapaje de las ruedas en las curvas del circuito, mientras culeamos por ceñirnos al trazado y sacarle dos décimas al cabronasso que se nos ha colado con un limpio interior en la curva anterior… no tiene precio…
Salimos del circuito, nos dirigimos a la terraza… y allí refrescamos los gaznates mientras recuperábamos el aliento, gastándolo irremediablemente comentando la jugada con los amigos.
Qué bien lo pasamos…!!
Si es que… somos como niños…!!
De allí ya, pusimos rumbo para casa… mal que algunos decidieron cambiar el itinerario. Ya que se iban a comer caravana fueran por donde fueran… así que antes de recorrer cuarenta kilómetros hasta el Ordal, prefirieron recorrer casi treinta hasta Sitges… y allí pillar Las Costas.
Sindo –obviamente- prefirió la N340… para pillar la C15 en Vilafranca y subir a Igualada.
Pero aún así… él tampoco se libró de andar en caravana.
Y así terminaba la esperada Ruta NBA…!!
Una ruta ye terminó con todo el mundo en casa… feliz por el día compartido.
Una ruta entre amigos… que si todo va bien repetiremos antes de otoño…!! Je, je, je… Oh, yeah…!!!
NaCluT!!!