Pero en vista de lo que he leído en el foro SCC... me parece que lo mejor será repartirse por todos los peajes... y luego continuar la marcha a ritmo lento, hasta que todos los compañeros nos alcancen.
Ya que pararse... puede traer consecuéncias bastante funestas para las carteras.
Nada más y nada menos, que 200 euracos del ala...!!
Vaya tela...
Extraído del foro SCC:
[color=#FFFF00]ACRUX, el 15/01/2012[/color] ha escrit:Ayer por la noche, volviendo de Pingüinos.
Al llegar al peaje de Adanero sucedió un incidente vergonzoso. El primero que pasó fue Melilla con el trike, y se fué a la zona de la derecha, para reagruparnos. Como vió que habia un grupo de motos, pues se acercó hacia ellas. Había un todoterreno de la Guardia Civil.
A priori, lo que piensas es que ha pasado algun percance y que estan ayudando ¿no?. Pues no, señores. En una explanada de mas de 100 metros de ancho, en la mismísimo arcén que ademas estaba separado por conos, la Guardia Civil estaba sancionando con 200€ a todos los que llegábamos, ni tan siquiera se molestaban en indicarnos cuando nos acercabamos un "circulen, no se paren". No. Estaban esperando con la libreta abierta a los que llegaban.
El motivo de la sanción que estaban imponiendo, "detenerse en una autopista" ¿en una autopista, la derecha de la explanada de un peaje?. 200€.
A Melilla le estaban pidiendo la documentación. Yo ya me había bajado de la moto y BSA estaba todavía subido en la moto. A la vista de lo visto, pensé "si me paran, me paro, pero si no, humo". Nos subimos a la moto y poniendo el intermitente, nos fuimos, y BSA nos siguió. Era tal la bronca que el grupo de moteros les estaba dando que no tuvieron posibilidad de cogernos las matrículas. A melilla, por otras razones, no tuvieron cojones a sancionarle.
El Duque de Ahumada creó la Guardia Civil en el siglo 19, por encargo del Gobierno, para sustituir a la Santa Hermandad en la protección de los caminos y combatir al bandolerismo. Los bandoleros asaltaban a los viajeros indefensos en los caminos. Desgraciadamente, algunos de estos últimos han conseguido infiltrarse en un cuerpo que, para mi, orgulloso hijo y nieto de guardia civil, me merece todo el respeto y admiración.
¡¡que vergüenza !!