Paciencia
Publicat: dl., 29 ago. 2011, 09:29
- Esposa: ¿A dónde vas?
+ Marido: Salgo un rato.
- ¿Te vas con el auto?
+ Sí.
- ¿Tienes bencina?
+ Sí, ya le puse.
- ¿Vas a tardar mucho?
+ No mucho.
- ¿A dónde vas?
+ No sé, por ahí. A dar una vuelta.
- ¿Y no prefieres ir caminando?
+ No, voy con el auto.
- ¿Me traes un helado?
+ ¿De qué sabor?
- De chocolate.
+ Bueno, voy a la vuelta por la heladería y te traigo.
- ¿A la vuelta?
+ Y si no, se derrite.
- ¿Por qué no vas ahora, vuelves y me lo dejas?
+ Mejor a la vuelta, va a ser mejor.
- Ya...
+ Cuando vuelvo tomamos el helado juntos.
- Pero a ti no te gusta el chocolate.
+ Me compro otro.
- ¡Trae de vainilla!
+ Tampoco me gusta la vainilla.
- Entonces de frutilla, que nos gusta a los dos.
+ OK. Besos, vuelvo en un rato.
- Mijito.
+ ¿Qué?
- Mejor frutilla no. Trae limón.
+ ¡No me gusta el limón!
- Entonces traeme chocolate a mí y para ti lo que quieras.
+ Fue lo que dije al principio.
- ¿Estás siendo irónico?
+ No, me voy.
-¡Dame un beso!
+ Bueno... (beso)
- ¿Vas con tu auto o con el mío?
+ Con el mío.
- Usa el mío, tiene CD. El tuyo no.
+ No voy a oír música, voy a despejarme un poco.
- ¿Necesitas despejarte?
+ No sé, cuando salga te digo.
- ¡No tardes!
+ No tardo... (abre la puerta).
- Amor...
+ ¿Y ahora qué...?
- ¡Qué grosero! ¡Mejor ándate!
+ Estoy intentando irme y no me dejas.
- ¿Por qué tienes que ir solo? ¿Te vas a encontrar con alguien?
+ ¿Qué quieres decir?
- Nada.
+ (Cariñoso) ¿Creés que te estoy engañando con alguien?
- No... claro que no... pero tú sabes cómo son.
+ ¿Cómo son quiénes?
- ¡Los hombres!
+ ¿Estás generalizando o estás hablando de mí?
- Estoy generalizando.
+ Entonces no se aplica a mí. Sabes que no te haría algo así.
- Ya, bueno. Anda entonces.
+ Me fui.
- Espera.
+ ¡Ay por Dios! ¡¿Qué?!
- Llévate el celular, ¿quieres?
+ ¿Para qué? ¿Para que me estés llamando a cada rato?
- No. Por si pasa algo.
+ No te preocupes.
- Perdóname por la desconfianza. ¡Es que te extraño!
+ Está bien. No quise contestarte así. Te amo.
- ¡Yo también!
- ¿Puedo usar tu celular?
+ ¿Para qué?
- Es que me gustan unos jueguitos.
+ ¿Quieres mi celular para jugar?
- Sí.
+ Usa la computadora, hay un montón de juegos ahí.
- No entiendo ese aparato...
+ ¿Y para qué me hiciste que te la comprara el mes pasado?
- No importa. Llévate el celular porque si no, lo voy a usar.
+ Úsalo, no hay nada importante en él.
- ¿Sí?
+ Sí.
- ¿Dónde está?
+ ¿Qué cosa?
- ¡Lo que debería estar en el celular y no está!
+ ¿Qué?
- ¡Nada! ¡Olvídalo!
+ ¿Estás nerviosa?
- No, no estoy.
+ Entonces me voy.
- Lo último…
+ -¿¿¡¡QuééééÉÉÉÉ!!??
- ¡No quiero más el helado!
+ ¿Ah no?
- ¡No!
+ ¡Entonces yo no voy a salir!
- ¿Ah no?
+ ¡No!
- ¿Entonces te quedas conmigo?
+ No, me aburriste. ¡Me voy a dormir!
- ¿Estás nervioso?
+ ¡Sí!
- ¿Y por qué no te vas a dar una vuelta para despejarte?
+ Marido: Salgo un rato.
- ¿Te vas con el auto?
+ Sí.
- ¿Tienes bencina?
+ Sí, ya le puse.
- ¿Vas a tardar mucho?
+ No mucho.
- ¿A dónde vas?
+ No sé, por ahí. A dar una vuelta.
- ¿Y no prefieres ir caminando?
+ No, voy con el auto.
- ¿Me traes un helado?
+ ¿De qué sabor?
- De chocolate.
+ Bueno, voy a la vuelta por la heladería y te traigo.
- ¿A la vuelta?
+ Y si no, se derrite.
- ¿Por qué no vas ahora, vuelves y me lo dejas?
+ Mejor a la vuelta, va a ser mejor.
- Ya...
+ Cuando vuelvo tomamos el helado juntos.
- Pero a ti no te gusta el chocolate.
+ Me compro otro.
- ¡Trae de vainilla!
+ Tampoco me gusta la vainilla.
- Entonces de frutilla, que nos gusta a los dos.
+ OK. Besos, vuelvo en un rato.
- Mijito.
+ ¿Qué?
- Mejor frutilla no. Trae limón.
+ ¡No me gusta el limón!
- Entonces traeme chocolate a mí y para ti lo que quieras.
+ Fue lo que dije al principio.
- ¿Estás siendo irónico?
+ No, me voy.
-¡Dame un beso!
+ Bueno... (beso)
- ¿Vas con tu auto o con el mío?
+ Con el mío.
- Usa el mío, tiene CD. El tuyo no.
+ No voy a oír música, voy a despejarme un poco.
- ¿Necesitas despejarte?
+ No sé, cuando salga te digo.
- ¡No tardes!
+ No tardo... (abre la puerta).
- Amor...
+ ¿Y ahora qué...?
- ¡Qué grosero! ¡Mejor ándate!
+ Estoy intentando irme y no me dejas.
- ¿Por qué tienes que ir solo? ¿Te vas a encontrar con alguien?
+ ¿Qué quieres decir?
- Nada.
+ (Cariñoso) ¿Creés que te estoy engañando con alguien?
- No... claro que no... pero tú sabes cómo son.
+ ¿Cómo son quiénes?
- ¡Los hombres!
+ ¿Estás generalizando o estás hablando de mí?
- Estoy generalizando.
+ Entonces no se aplica a mí. Sabes que no te haría algo así.
- Ya, bueno. Anda entonces.
+ Me fui.
- Espera.
+ ¡Ay por Dios! ¡¿Qué?!
- Llévate el celular, ¿quieres?
+ ¿Para qué? ¿Para que me estés llamando a cada rato?
- No. Por si pasa algo.
+ No te preocupes.
- Perdóname por la desconfianza. ¡Es que te extraño!
+ Está bien. No quise contestarte así. Te amo.
- ¡Yo también!
- ¿Puedo usar tu celular?
+ ¿Para qué?
- Es que me gustan unos jueguitos.
+ ¿Quieres mi celular para jugar?
- Sí.
+ Usa la computadora, hay un montón de juegos ahí.
- No entiendo ese aparato...
+ ¿Y para qué me hiciste que te la comprara el mes pasado?
- No importa. Llévate el celular porque si no, lo voy a usar.
+ Úsalo, no hay nada importante en él.
- ¿Sí?
+ Sí.
- ¿Dónde está?
+ ¿Qué cosa?
- ¡Lo que debería estar en el celular y no está!
+ ¿Qué?
- ¡Nada! ¡Olvídalo!
+ ¿Estás nerviosa?
- No, no estoy.
+ Entonces me voy.
- Lo último…
+ -¿¿¡¡QuééééÉÉÉÉ!!??
- ¡No quiero más el helado!
+ ¿Ah no?
- ¡No!
+ ¡Entonces yo no voy a salir!
- ¿Ah no?
+ ¡No!
- ¿Entonces te quedas conmigo?
+ No, me aburriste. ¡Me voy a dormir!
- ¿Estás nervioso?
+ ¡Sí!
- ¿Y por qué no te vas a dar una vuelta para despejarte?