Un matrimonio, para celebrar las bodas de plata... decide ir de segunda luna de miel a Palestina.
Cuando llevaban cuatro días visitando el país... ella enferma. Y en muy pocas horas, muere irremediablemente.
El director del hotel donde se hospedan, se ofrece a tramitar todo el papeleo... y le dice al afligido viudo:
- Si usted quiere... puede enterrar a su esposa en mi país. Tengo entendido que era una gran creyente... y seguro que le hubiera gustado la idea.
- No, muchas gracias... -contesta el marido- Prefiero repatriar el cadáver, y enterrarla en España.
- Pero... señor, eso puede llegar a costarle hasta veinte veces más...! Le aconsejo que lo reconsidere... Mire, le mostraré donde podría ente...
- Le he dicho que no! Me la llevo a España!!
- Pero... permítame que le diga...
- Que le digo que no!! No pienso arriesgarme!!!
- Arriesgarse??? A qué...?
- Mire... ustedes aquí, hace unos dos mil años... enterraron a uno, y a los tres días resucitó. No es cierto? Pues yo no me arriesgo...! Pa' España se ha dicho!!
NaClu2!!! Je, je, je...