A media mañana... dispara, y derriba uno. Y el ave cae en un campo arado detras de un cerco...
Cuando el abogado salta sobre el cerco, un granjero de avanzada edad que conduce un tractor le pregunta acerca de lo que está haciendo. Y el abogado le responde:
- Derribé un pato que cayó en este campo, y vengo a llevármelo.
El anciano granjero le responde:
- Ésta es una propiedad privada. Yo soy su dueño... y te prohibo entrar.
El indignado letrado le contesta:
- Pues yo soy un abogado experimentado... muy expeditivo; y si no deja que me lleve el pato... le meteré en un juicio del que saldrá en calzoncillos! Así que haga el favor de no tocarme las narices... que voy a por mi pato.
El viejo granjero sonrie, y le responde:
- Parece que usted no conoce las costumbres y leyes de esta provincia... Los pequeños desacuerdos -como éste- los solucionamos con el "Acuerdo en Tres Patadas".
El abogado pregunta:
- Y en qué consiste ese "Acuerdo"...?
- Mira muchacho... primero yo -que soy más viejo- te pateo tres veces. Y después... tu me pateas a mi tres veces más... Y así, hasta que uno de los dos se rinde.
El abogado lo piensa, y decide que puede vencer facilmente al pobre granjero. Así que le dice que está de acuerdo en realizar el procedimiento.
El viejo granjero se baja despacio del tractor... camina hacia el abogado, y se planta delante de él.
Su primera patada -con sus pesadas botas- se instala en el bajo vientre del abogado, quien cae arrodillado, vomita... pero no emite ningún sonido.
La segunda patada del granjero, le llega inesperadamente a la nariz... que comienza a sangrar.
Pero no se rinde.
La tercera fue de puntín en un riñón, provocándole un agudo dolor que lo hizo revolcar por el suelo, chillando como un gorrino.
Pero tampoco se rinde...
El abogado tardó unos minutos recuperarse... pero en cuanto lo hizo, le dice al viejo:
- Bueno, viejo roñoso!! Ahora es mi turno... Prepárate...!!
El granjero sonríe y le responde:
- No, no... si yo me rindo. Tanto lío por un pato de mierda... no merece la pena...
NaClUT!!!
