Dejando de fumar de forma habitual...
Publicat: dl., 01 ago. 2011, 20:11
Salud compañeros...!!
Los más habituales y los más allegados... sabéis que llevo casi dos meses sin fumar.
De hecho, los más allegados... lo habéis sufrido aguantando mi "mala leche"... y desde aquí -una vez más- os pido disculpas...
Pero en mi defensa diré que "de momento" parece que no lo estoy haciendo muy mal... y "de momento", soy un feliz "no fumador".
Gracias a todos por el apoyo demostrado... por los consejos... y sobretodo, por la paciencia...!
Ya hace días que tenía ganas de plasmar mi experiencia -corta, lo reconozco- en un escrito... y así, poder ayudar con ella -si es posible- a otros...
Y evidentemente, que otros me ayuden a mí, aconsejándome en los temas en que ande equivocado...
Pero sobretodo, para poder compartir -en la medida de lo posible- mis sentimientos y emociones.
Y para ello, me dispongo a hacer un breve relato de lo que ha sido -en líneas muy generales- mi vida como fumador... y mi experiencia fugaz y breve, como no-fumador. Así como el planteamiento de la decisión que tomé en su día, y las conclusiones a las que llega uno... analizando el desarrollo y evolución de ésta lucha, que cada vez es menos diaria.
Espero que sirva de algo a alguien más que a mí mismo...
Empecé a fumar a los 13 años.
De aquí poco más de dos meses, cumpliré 37.
Así que he sido fumador empedernido, unos 23 años aproximadamente...
Arranqué mis primeros pasos con rubio. (Mi primer cigarrillo, provenía de una cajetilla con un dromedario dibujado en ella)
Pero durante mucho tiempo, no fui fiel a ninguna marca en concreto. Pues dependiendo de la "economia" de mi escuálida cartera... pululaban por mis bolsillos las más variadas marcas de cigarrillos: Camel, Diana, Marlboro, Benson & Hedges, JP, Fortuna... o incluso Lola, o UNX2.
Éstos últimos, infumables donde los haya... pero muy socorridos en momentos francamente "apurados" de mi adolescencia.
Sobre los 17 años, y tras haber flirteado con algunos tabacos negros notables... (Ducados, Partagás, Davidoff, Cohiba...) descubrí la que sería mi marca por excelencia: Habanos!! Marca que fumé incansablemente hasta aproximadamente los 30.
Y es que... la verdad, no hay tabaco que me haya satisfecho tanto y tan bien, como el tabaco negro. Y Habanos, a pesar de haber sido "modificado a la baja" en dos o tres ocasiones a lo largo de los casi 14 años que lo fumé, es para mí... la mejor de todas.
Pero desgraciadamemte, soy un vicioso de tomo y lomo... y me fumaba entre dos y tres cajetillas diarias. Y claro, eso casca que no veas...!
Con lo cual, después de haber logrado reducir el consumo -durante casi un año- hasta una media de 4-6 cigarrillos diarios... decidí pasarme al tabaco de liar.
Del cual fumaba Picadura -primero "fina", y luego "selecta". Que si bien no me satisfacían como la marca de mis amores... era suficiente para aplacar mis ansias, y llenar mis "huecos tabaquiles".
Aunque con el tiempo, y debido más a mis compañías que a mí gusto personal... acabé volviendo al rubio.
Y en cuestión de tabaco de liar... primero me decanté por Pall Mall, hasta que probé Virginia -que no el hiper húmedo Golden Virgina- y éste me encandiló mucho más.
Pero uno es curioso por naturaleza... y otra vez influenciado por conocidos y amigos... no tardé en tirarme definitivamente para tabacos de los llamados "sin aditivos".
Empezando por Pueblo... Tirando luego para Manitou, que me gustaba mucho más por su cuerpo... Y regresando nuevamente a Pueblo, por cuestiones meramente económicas. (Ya que a éstas alturas, la media de 4-6 cigarrillos diarios, no era más que un recuerdo medio borroso... y casi fantasioso)
Y esa, -Pueblo- ha sido la marca que he fumado habitualmente, hasta mis últimos días como fumador activo.
Digo ésto, porque hoy -primero de agosto- cumplo 54 días sin acercar a la comisura de mis labios la más mínima muestra nicotínica. Y -como os relataré a continuación- eso significa que mañana batiré mi propia marca personal...
A lo largo de mis -aproximadamente, y tirando por lo bajini- 23 años de fumador activo... he realizado tres intentos para dejar de fumar:
- El primero, en 2005.
Dejé de fumar el 18 de junio... y regresé al vicio la mañana del 11 de agosto.
Es decir, que estuve un total de 54 días sin fumar. (Marca que he igualado hoy)
- El segundo intento serio, no llegó hasta 2009.
Dejé de fumar el 19 de noviembre... pero el 30 de diciembre volvía de nuevo a portar tabaco en mi bolsillo.
Con lo cual, 41 días sin catar nicotina.
- Y el tercero -y esperemos que definitivo...- el presente.
Dejé de fumar el 9 de junio... así que hoy, 1 de agosto, llevo 54 días.
Y mañana... batiré mi propio récord...!
Record que espero "batir" una y otra vez... cada día que pase...
La verdad es que analizando fríamente los tres intentos... dejar de fumar es real y asombrosamente fácil...!
Y no sólo lo logré las tres veces... sino que en las dos ocasiones en que "caí de nuevo en el trampa", fue por una mala concienciación...
Pues dejar, lo que es dejar de fumar... es tan sencillo como "dejar de encender pitillos"... y "estar convencido de no querer fumar habitualmente".
Ciertamente... mal, lo que se dice mal... sólo se pasa los tres o cuatro primeros días.
El tiempo en que tardamos en metabolizar los restos de nicotina que almacena nuestro cuerpo... y con ella, desaparece todo rastro de adicción física. (La adicción pura y dura)
En mi caso, y debido a que últimamente fumaba mucho, mucho, mucho... éste tercer intento ha sido en el que peor lo he pasado los primeros días. Pues mi cuerpo me pedía mucho más de lo que me pedía en las otras dos ocasiones...
Pero por suerte, ésta vez estaba -y estoy- mucho más mentalizado...
Luego, viene la lucha con la adicción psicológica. Y durante un tiempo francamente indeterminado... nuestra mente nos pedirá tabaco, cada vez que relacione situaciones.
Es decir, después de comer... Con el café... Cuando vayamos a coger el coche... Y todas y cada una de las situaciones, en las que de forma más mecánica que otra cosa, echábamos un pitillo.
Como digo, eso dura un tiempo indeterminado... Y aunque hay temporadas en que uno se siente fuerte, y siente que "lo tiene todo superado"... luego se despierta una mañana, y echando el café, o saliendo a pasear, le asaltan nuevas ganas de fumar...!
Y ahí es donde uno debe sobreponerse... y realizar el esfuerzo mental necesario para recobrar la concienciación de los primeros días.
Pues... no nos vamos a engañar. Lo peor es al principio... Y si entonces logramos hacerlo con éxito, mucho más fácil nos será a medida que el tiempo pase, y con él, acumulemos más y más días de "limpieza", de auséncia de tabaco, y de comprobación de todas las ventajas que conlleva no fumar a diario y "a destajo".
Y si alguna vez notamos que nos cuesta... sin duda alguna es debido a una falta de concienciación. Pues nuestro cuerpo está limpio desde prácticamente los primeros días, y mal que nos pese, la única adicción que sentimos hacia el tabaco... reside en nuestro coco.
Con lo cual... es real, hasta donde nosotros dejemos que lo sea.
En mi caso personal... -actualmente-, bien poquitas son las situaciones que me evoquen fumar tabaco.
Almuerzo, como, o ceno, y después me echo el cafetín... Y desde hace semanas, apenas sí me acuerdo del pitillo.
Y a lo largo del día, realizo cientos de funciones que antes acompañaba incansablemente con el cigarrillo... y su recuerdo no aparece -hoy por hoy- prácticamente nunca.
Estoy con amigos... les veo fumar... Me "fijo" de forma totalmente consciente en el cigarrito. En las caladas... En la brasa... en el "ritual"... etc. Y me alegro de no sentir nada. O cuanto menos, que lo que siento no es ese ansia que antes me agobiaba.
Pero ya digo. Eso es hoy por hoy... y no quiere decir que mañana no me pueda levantar de la cama, con todas las ganas del mundo de echarme un cigarrillo...!
Pues a decir verdad, aunque en todas esas situaciones que describo -otrora siempre acompañadas del cigarrillo- no siento ganas de echarme uno a los labios... hay momentos en los que -sin venir a cuento- me asalta una melancolía infinita... en la que añoro esas bocanadas de humo, y ese sostener entre los dedos un "algo"...
Y es que hoy, después de casi dos meses sin fumar... Analizando fríamente las sensaciones, comparándolas con las sentidas en las otras dos ocasiones en que lo intenté... Y valorando lo más objetivamente posible la evolución física y psicológica... Creo firmemente que ya no deseo el cigarrillo o el tabaco en si.
Lo que deseo, cuando lo deseo... es simple y llanamente, fumar.
Y ese es el concepto más simple que creo que un exfumador -cuando se ha sido fumador activo y sinceramente enganchado como yo-, debe asumir. Siempre desearemos "fumar"... Y eso es algo con lo que hay que aprender a convivir.
Llegados a éste punto, he de hacer una confesión... que creo que ha sido el secreto del "éxito" -si lo tiene finalmente- de éste tercer intento de dejar de fumar.
Y es que realmente, no lo he dicho todo... y en mi interior más íntimo, no he decidido dejar de fumar, así... a secas.
Realmente, me he mentalizado en dejar de fumar habitualmente. Repito: fumar... habitualmente.
Pues en el fondo, me gustaría poder fumar -de vez en cuando, o cuando la situación lo merezca- algún purillo...
Del mismo modo que pueden pasar semanas, o incluso meses, sin que se tercie que me tome una copa... pero algún día especial me la tomo... Me gustaría poderme fumar un purillo, el día que me apetezca sinceramente.
Y que ello, no represente necesariamente "volver a caer" en el vicio del tabaco... pero sí, poder disfrutar -de vez en cuando- del "placer de fumar".
La verdad es que en estos 54 días, ni siquiera se me ha ocurrido probar el tabaco.
Y considero que -como dije antes-, cada vez estoy más desenganchado del hábito propiamente dicho... en cuanto a situaciones evocadoras de tabaco se refiere.
Y aunque estoy seguro que de momento es todavía muy pronto como para probar algo así... no puedo dejar de pensar en que -de algun modo- ésto me ayuda. Y el pensar que algún día me fumaré un purete... hace que el ansia que debería sentir, sea menor.
Pero sea como sea... de momento llevo 54 días sin fumar tabaco de forma habitual. (En realidad, sin fumar nada de nada de tabaco...)
Y ya veremos lo que dura ésto... Pero creo que será la definitiva...
De lo que estoy seguro, es que no quiero volver a "quemar papel".
No quiero fumar nunca más un cigarrillo, que de aportarme algún placer... éste será efímero y breve. (Apenas sí unos minutos)
Eso sí que lo tengo claro. Y de hecho -por casualidad porque los descubrí en un cajón durante la primera semana de dejarlo-, tengo en casa dos cigarrillos...
En los que no pienso, ni en los momentos en que más ganas he tenido de fumar.
Y que si alguna vez se me ha cruzado la idea de fumarme uno... ésta ha desaparecido en el mismo momento en que me he preguntado: Quiero volver a fumar habitualmente?
Así pues... éstas son las conclusiones a las que he llegado, ya no en casi dos meses sin fumar, sino en 23 años fumando... y viviendo el tercer y definitivo intento de dejar de fumar de forma habitual.
Y la verdad, como dije al principio... es que no lo estaré haciendo tan mal, cuando estoy a punto de batir mi propia marca... Y mis ánimos, lejos de decaer -aunque siempre hay momentos de flaqueza, no nos engañemos-, se mantienen firmes en la decisión que tomé hace casi ocho semanas...
Quizá... no sé, todo forme parte de un maquiavélico juego mental, y el día que se me ocurra fumarme un purete... ni me apetezca.
O tal vez me lo fumo ésta noche... y la nicotina me hace pensar de otra manera. No sé...
Pero lo que dudo que cambie en mi cabeza, es ésta determinación por no volver a fumar de forma habitual. Pues lo que es verdad, se mire como se mire... es que desde que no fumo, tengo un olfato espectacular...!! Me canso menos al subir las escaleras... Como con otro apetito. Y sobretodo, me siento mucho más libre y dueño de mis decisiones...
NaClu2!!!
Los más habituales y los más allegados... sabéis que llevo casi dos meses sin fumar.
De hecho, los más allegados... lo habéis sufrido aguantando mi "mala leche"... y desde aquí -una vez más- os pido disculpas...
Pero en mi defensa diré que "de momento" parece que no lo estoy haciendo muy mal... y "de momento", soy un feliz "no fumador".
Gracias a todos por el apoyo demostrado... por los consejos... y sobretodo, por la paciencia...!
Ya hace días que tenía ganas de plasmar mi experiencia -corta, lo reconozco- en un escrito... y así, poder ayudar con ella -si es posible- a otros...
Y evidentemente, que otros me ayuden a mí, aconsejándome en los temas en que ande equivocado...
Pero sobretodo, para poder compartir -en la medida de lo posible- mis sentimientos y emociones.
Y para ello, me dispongo a hacer un breve relato de lo que ha sido -en líneas muy generales- mi vida como fumador... y mi experiencia fugaz y breve, como no-fumador. Así como el planteamiento de la decisión que tomé en su día, y las conclusiones a las que llega uno... analizando el desarrollo y evolución de ésta lucha, que cada vez es menos diaria.
Espero que sirva de algo a alguien más que a mí mismo...
Empecé a fumar a los 13 años.
De aquí poco más de dos meses, cumpliré 37.
Así que he sido fumador empedernido, unos 23 años aproximadamente...
Arranqué mis primeros pasos con rubio. (Mi primer cigarrillo, provenía de una cajetilla con un dromedario dibujado en ella)
Pero durante mucho tiempo, no fui fiel a ninguna marca en concreto. Pues dependiendo de la "economia" de mi escuálida cartera... pululaban por mis bolsillos las más variadas marcas de cigarrillos: Camel, Diana, Marlboro, Benson & Hedges, JP, Fortuna... o incluso Lola, o UNX2.
Éstos últimos, infumables donde los haya... pero muy socorridos en momentos francamente "apurados" de mi adolescencia.
Sobre los 17 años, y tras haber flirteado con algunos tabacos negros notables... (Ducados, Partagás, Davidoff, Cohiba...) descubrí la que sería mi marca por excelencia: Habanos!! Marca que fumé incansablemente hasta aproximadamente los 30.
Y es que... la verdad, no hay tabaco que me haya satisfecho tanto y tan bien, como el tabaco negro. Y Habanos, a pesar de haber sido "modificado a la baja" en dos o tres ocasiones a lo largo de los casi 14 años que lo fumé, es para mí... la mejor de todas.
Pero desgraciadamemte, soy un vicioso de tomo y lomo... y me fumaba entre dos y tres cajetillas diarias. Y claro, eso casca que no veas...!
Con lo cual, después de haber logrado reducir el consumo -durante casi un año- hasta una media de 4-6 cigarrillos diarios... decidí pasarme al tabaco de liar.
Del cual fumaba Picadura -primero "fina", y luego "selecta". Que si bien no me satisfacían como la marca de mis amores... era suficiente para aplacar mis ansias, y llenar mis "huecos tabaquiles".
Aunque con el tiempo, y debido más a mis compañías que a mí gusto personal... acabé volviendo al rubio.
Y en cuestión de tabaco de liar... primero me decanté por Pall Mall, hasta que probé Virginia -que no el hiper húmedo Golden Virgina- y éste me encandiló mucho más.
Pero uno es curioso por naturaleza... y otra vez influenciado por conocidos y amigos... no tardé en tirarme definitivamente para tabacos de los llamados "sin aditivos".
Empezando por Pueblo... Tirando luego para Manitou, que me gustaba mucho más por su cuerpo... Y regresando nuevamente a Pueblo, por cuestiones meramente económicas. (Ya que a éstas alturas, la media de 4-6 cigarrillos diarios, no era más que un recuerdo medio borroso... y casi fantasioso)
Y esa, -Pueblo- ha sido la marca que he fumado habitualmente, hasta mis últimos días como fumador activo.
Digo ésto, porque hoy -primero de agosto- cumplo 54 días sin acercar a la comisura de mis labios la más mínima muestra nicotínica. Y -como os relataré a continuación- eso significa que mañana batiré mi propia marca personal...
A lo largo de mis -aproximadamente, y tirando por lo bajini- 23 años de fumador activo... he realizado tres intentos para dejar de fumar:
- El primero, en 2005.
Dejé de fumar el 18 de junio... y regresé al vicio la mañana del 11 de agosto.
Es decir, que estuve un total de 54 días sin fumar. (Marca que he igualado hoy)
- El segundo intento serio, no llegó hasta 2009.
Dejé de fumar el 19 de noviembre... pero el 30 de diciembre volvía de nuevo a portar tabaco en mi bolsillo.
Con lo cual, 41 días sin catar nicotina.
- Y el tercero -y esperemos que definitivo...- el presente.
Dejé de fumar el 9 de junio... así que hoy, 1 de agosto, llevo 54 días.
Y mañana... batiré mi propio récord...!
Record que espero "batir" una y otra vez... cada día que pase...
La verdad es que analizando fríamente los tres intentos... dejar de fumar es real y asombrosamente fácil...!
Y no sólo lo logré las tres veces... sino que en las dos ocasiones en que "caí de nuevo en el trampa", fue por una mala concienciación...
Pues dejar, lo que es dejar de fumar... es tan sencillo como "dejar de encender pitillos"... y "estar convencido de no querer fumar habitualmente".
Ciertamente... mal, lo que se dice mal... sólo se pasa los tres o cuatro primeros días.
El tiempo en que tardamos en metabolizar los restos de nicotina que almacena nuestro cuerpo... y con ella, desaparece todo rastro de adicción física. (La adicción pura y dura)
En mi caso, y debido a que últimamente fumaba mucho, mucho, mucho... éste tercer intento ha sido en el que peor lo he pasado los primeros días. Pues mi cuerpo me pedía mucho más de lo que me pedía en las otras dos ocasiones...
Pero por suerte, ésta vez estaba -y estoy- mucho más mentalizado...
Luego, viene la lucha con la adicción psicológica. Y durante un tiempo francamente indeterminado... nuestra mente nos pedirá tabaco, cada vez que relacione situaciones.
Es decir, después de comer... Con el café... Cuando vayamos a coger el coche... Y todas y cada una de las situaciones, en las que de forma más mecánica que otra cosa, echábamos un pitillo.
Como digo, eso dura un tiempo indeterminado... Y aunque hay temporadas en que uno se siente fuerte, y siente que "lo tiene todo superado"... luego se despierta una mañana, y echando el café, o saliendo a pasear, le asaltan nuevas ganas de fumar...!
Y ahí es donde uno debe sobreponerse... y realizar el esfuerzo mental necesario para recobrar la concienciación de los primeros días.
Pues... no nos vamos a engañar. Lo peor es al principio... Y si entonces logramos hacerlo con éxito, mucho más fácil nos será a medida que el tiempo pase, y con él, acumulemos más y más días de "limpieza", de auséncia de tabaco, y de comprobación de todas las ventajas que conlleva no fumar a diario y "a destajo".
Y si alguna vez notamos que nos cuesta... sin duda alguna es debido a una falta de concienciación. Pues nuestro cuerpo está limpio desde prácticamente los primeros días, y mal que nos pese, la única adicción que sentimos hacia el tabaco... reside en nuestro coco.
Con lo cual... es real, hasta donde nosotros dejemos que lo sea.
En mi caso personal... -actualmente-, bien poquitas son las situaciones que me evoquen fumar tabaco.
Almuerzo, como, o ceno, y después me echo el cafetín... Y desde hace semanas, apenas sí me acuerdo del pitillo.
Y a lo largo del día, realizo cientos de funciones que antes acompañaba incansablemente con el cigarrillo... y su recuerdo no aparece -hoy por hoy- prácticamente nunca.
Estoy con amigos... les veo fumar... Me "fijo" de forma totalmente consciente en el cigarrito. En las caladas... En la brasa... en el "ritual"... etc. Y me alegro de no sentir nada. O cuanto menos, que lo que siento no es ese ansia que antes me agobiaba.
Pero ya digo. Eso es hoy por hoy... y no quiere decir que mañana no me pueda levantar de la cama, con todas las ganas del mundo de echarme un cigarrillo...!
Pues a decir verdad, aunque en todas esas situaciones que describo -otrora siempre acompañadas del cigarrillo- no siento ganas de echarme uno a los labios... hay momentos en los que -sin venir a cuento- me asalta una melancolía infinita... en la que añoro esas bocanadas de humo, y ese sostener entre los dedos un "algo"...
Y es que hoy, después de casi dos meses sin fumar... Analizando fríamente las sensaciones, comparándolas con las sentidas en las otras dos ocasiones en que lo intenté... Y valorando lo más objetivamente posible la evolución física y psicológica... Creo firmemente que ya no deseo el cigarrillo o el tabaco en si.
Lo que deseo, cuando lo deseo... es simple y llanamente, fumar.
Y ese es el concepto más simple que creo que un exfumador -cuando se ha sido fumador activo y sinceramente enganchado como yo-, debe asumir. Siempre desearemos "fumar"... Y eso es algo con lo que hay que aprender a convivir.
Llegados a éste punto, he de hacer una confesión... que creo que ha sido el secreto del "éxito" -si lo tiene finalmente- de éste tercer intento de dejar de fumar.
Y es que realmente, no lo he dicho todo... y en mi interior más íntimo, no he decidido dejar de fumar, así... a secas.
Realmente, me he mentalizado en dejar de fumar habitualmente. Repito: fumar... habitualmente.
Pues en el fondo, me gustaría poder fumar -de vez en cuando, o cuando la situación lo merezca- algún purillo...
Del mismo modo que pueden pasar semanas, o incluso meses, sin que se tercie que me tome una copa... pero algún día especial me la tomo... Me gustaría poderme fumar un purillo, el día que me apetezca sinceramente.
Y que ello, no represente necesariamente "volver a caer" en el vicio del tabaco... pero sí, poder disfrutar -de vez en cuando- del "placer de fumar".
La verdad es que en estos 54 días, ni siquiera se me ha ocurrido probar el tabaco.
Y considero que -como dije antes-, cada vez estoy más desenganchado del hábito propiamente dicho... en cuanto a situaciones evocadoras de tabaco se refiere.
Y aunque estoy seguro que de momento es todavía muy pronto como para probar algo así... no puedo dejar de pensar en que -de algun modo- ésto me ayuda. Y el pensar que algún día me fumaré un purete... hace que el ansia que debería sentir, sea menor.
Pero sea como sea... de momento llevo 54 días sin fumar tabaco de forma habitual. (En realidad, sin fumar nada de nada de tabaco...)
Y ya veremos lo que dura ésto... Pero creo que será la definitiva...
De lo que estoy seguro, es que no quiero volver a "quemar papel".
No quiero fumar nunca más un cigarrillo, que de aportarme algún placer... éste será efímero y breve. (Apenas sí unos minutos)
Eso sí que lo tengo claro. Y de hecho -por casualidad porque los descubrí en un cajón durante la primera semana de dejarlo-, tengo en casa dos cigarrillos...
En los que no pienso, ni en los momentos en que más ganas he tenido de fumar.
Y que si alguna vez se me ha cruzado la idea de fumarme uno... ésta ha desaparecido en el mismo momento en que me he preguntado: Quiero volver a fumar habitualmente?
Así pues... éstas son las conclusiones a las que he llegado, ya no en casi dos meses sin fumar, sino en 23 años fumando... y viviendo el tercer y definitivo intento de dejar de fumar de forma habitual.
Y la verdad, como dije al principio... es que no lo estaré haciendo tan mal, cuando estoy a punto de batir mi propia marca... Y mis ánimos, lejos de decaer -aunque siempre hay momentos de flaqueza, no nos engañemos-, se mantienen firmes en la decisión que tomé hace casi ocho semanas...
Quizá... no sé, todo forme parte de un maquiavélico juego mental, y el día que se me ocurra fumarme un purete... ni me apetezca.
O tal vez me lo fumo ésta noche... y la nicotina me hace pensar de otra manera. No sé...
Pero lo que dudo que cambie en mi cabeza, es ésta determinación por no volver a fumar de forma habitual. Pues lo que es verdad, se mire como se mire... es que desde que no fumo, tengo un olfato espectacular...!! Me canso menos al subir las escaleras... Como con otro apetito. Y sobretodo, me siento mucho más libre y dueño de mis decisiones...
NaClu2!!!