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A los nuevos abuelos...

Publicat: dc., 16 maig 2012, 12:45
Autor: Jaqueton
A todos los nuevos abuelos... "pintan bastos"...!! Je, je, je...

Acabo de recibir éste e-mail, y me temo que no sólo es cierto... sino que -como sucede a menudo- la realidad supera con creces la ficción...


Hasta hace cosa de un siglo, los hijos acataban el cuarto mandamiento
como un verdadero dictamen de Dios. Imperaban normas estrictas de
educación: Nadie se sentaba a la mesa antes que el padre, nadie
hablaba sin permiso del padre, nadie se levantaba de la mesa si el
padre no se había levantado antes; por algo era el padre.
La madre fue siempre el eje sentimental de la casa, el padre siempre
la autoridad suprema.

Todo empezó a cambiar hace unas siete décadas, cuando el padre dejó de
ser el padre y se convirtió en papá. El mero sustantivo era ya una
derrota. Padre es una palabra sólida, rocosa, imponente; papá es un
apelativo para oso de felpa o para perro faldero; da demasiada
confianza. Además, con el uso de papá el hijo se sintió autorizado
para protestar, cosa que nunca había ocurrido cuando el papá era el
padre.

A diferencia del padre, el papá era tolerante. Permitía al hijo que
fumara en su presencia, en vez de arrancarle los dientes de un
guantazo, como hacía el padre en circunstancias parecidas. Los hijos
empezaron a llevar amigos a la casa y a organizar bailes y bebidas,
mientras papá y mamá se desvelaban y comentaban en voz baja: Bueno,
por lo menos tranquiliza saber que están tomándose unos tragos en casa
y no en quién sabe dónde.

El papá marcó un acercamiento generacional muy importante, algo que el
padre desaconsejaba por completo. Los hijos empezaron a comer en la
sala mirando la tele, mientras papá y mamá lo hacían solos en la mesa.
Papá seguía siendo la autoridad de la casa, pero una autoridad
bastante maltrecha. Era, en fin, un tipo querido; lavaba, planchaba,
cocinaba y, además, se le podía pedir un consejo o también dinero
prestado.

Y entonces vino papi.
Papi es un invento reciente de los últimos 20 ó 30 años. Descendiente
menguado y raquítico de padre y de papá, ya ni siquiera se le consulta
ni se le pregunta nada. Simplemente se le notifica. Papi, me llevo el
coche, dame para gasolina. Le ordenan que se vaya al cine con mami
mientras los hijos están de fiesta. Lo tutean y hasta le indican cómo
dirigirse a ellos: ¡Papi, no me vuelvas a llamar "chiquita" delante de
Jonathan!

No sé qué seguirá después de papi. Supongo que la esclavitud o el
destierro definitivo.
Yo estoy acojonado, después de haber sido nieto de padre, hijo de papá
y papi de mis hijos, mis nietas han empezado a llamarme
"pa"..........!!!



CREO QUE QUIEREN DECIR,

¡¡¿¿PA'QUÉ SIRVES??!!



NaClu2!!!