Ingredientes :
Huevos
Patatas
Cebolla tierna
Aceite d oliva y sal
Pelamos las patatas y la cebolla y las cortamos a rodajas más bien gruesas.
Cogemos dos sartenes q sean bastante altas.
Pochamos las patatas y cebollas en las sartenes, con mucho aceite, repartiendo mitad y mitad.
Cuando estén un poco blandas, las vamos chafando, como si de un plato para un niño pekeño se tratara, todo chafadito.
Añadimos sal de sobras, la sal q se necesita para la patata, más, la q se necesita para el huevo, yo nunca salo el huevo, salo doble las patatas, pues, la sal, hace que la clara y la yema no se mezclen bien.
Una vez chafadito y blandito, lo ponemos en un tupper con el aceite mismo, ha de kedar bien impregnado de aceite y asi se guarda hasta el momento de hacer la tortilla, q suele ser, al dia siguiente.
Al siguiente dia, se saca d la nevera y se pone otra vez repartido, a partes iguales, en las dos sartenes. No se pone aceite pk las patatas ya lo sueltan.
Se baten los huevos, muy poco batidos, muy pero muy poco ya que a cuanto menos se baten, más esponjosa queda la tortilla.
Se echa la mitad del huevo batido en cada sartén y se hace media tortilla más media tortilla.
Una vez cuajada del fondo, se coje la sartén número uno, y se gira la tortilla en un plato amplio, y, en lugar de volver a colocarla en la sartén número uno, esta vez, se coloca sobre la sartén número dos, quedando asi una tortilla muy alta.
Al cabo de poco rato, se gira la sartén número dos, ya con las dos mitades cuajando, y se le dá la vuelta con cuidado.
Se ván dando vueltas cada pocos minutos hasta que se vea lista por dentro.
Asi queda una tortilla muy grande, y muy esponjosa.
Luego se come con los amigos.
