El día que cumplí 35 años no me sentía nada bien cuando me levanté aquella mañana. Fui a desayunar sabiendo que mi esposa estaria contenta y me diría "Feliz Cumpleaños", y quizás incluso habría preparado un regalo para mí, pero ella ni siquiera me dio los buenos dias...
Dije para mis adentros: bueno, quizás mis hijos se acuerden. Pero vinieron a desayunar, y no me dijeron ni una sola palabra.
Cuando fui a mi oficina me sentía totalmente deprimido y en el camino iba pensando: ni siquiera el perro se mostró agradecido. ¡Vaya manera de celebrar mi cumpleaños, a mi familia le importo un rábano!
Al entrar en mi despacho, mi secretaria me dijo:
- Buenos días, jefe, feliz cumpleaños!!!
Ahí empecé a sentirme un poco mejor... al menos ella se acordaba...!
Después de innumerables reuniones y telefonazos, ya cerca de las dos de la tarde, entró mi secretaria y me dijo:
- Sabes...? Hace un día precioso, y además es tu cumpleaños. Qué tal si vamos a comer?
A lo que respondí:
- Ésta es la mejor cosa que he oído en todo el día!!
Así que nos fuimos... y en vez de ir a comer al lugar acostumbrado, fuimos a un sitio más tranquilo y discreto.
Comimos, y nos tomamos varias copas.
La comida estuvo deliciosa... y nos divertimos bastante.
De regreso a la oficina, ella dijo:
- Te invito a mi casa, donde te puedes tomar la penúltima copa... o lo que quieras.
Una vez en su apartamento... puso música suave (por cierto, una de mis piezas preferidas) la luz tenue... y me dijo de la manera más prometedora:
- Si no te molesta, voy al dormitorio a cambiarme y a ponerme algo más cómodo. Ahora regreso...
Yo la dejé ir, pues la situación no me molestaba en absoluto.
Ella entró en su habitación cerrando la puerta a su paso, y a los seis minutos... regresó con un gran pastel de cumpleaños, seguida de mi esposa, mis hijos, mis suegros, y algunos amigos y empleados de la oficina...! Todos ellos cantando:
- FELIZ CUMPLEAÑOS!!!!
Y allí estaba yo, en pelotas en el salón... con los calcetines puestos...
NaCluT!!!