La idea original era hacer un bonsái con él... pero pronto descubrí que no estaba vivo. Ya que los cortan de los centros de producción, los meten en un tiesto con tierra... y ala! A venderlos para que mueran lentamente en las casas...
Así que se me ocurrió que podría ser buena cosa aprovecharlo para hacer un Tanuki, y -metafóricamente- devolverle la vida.
Por supuesto, las curvas son inexistentes en él... pero el Tanuki que tengo en mente es un Recto Formal, que ha muerto prácticamente entero... pero que brota desde un lateral, y forma un nuevo árbol desde una rama.
(Como sueño, no está mal. Ahora falta que lo pueda realizar al tiempo que aprendo sobre la marcha...)
Para empezar, lo he ido repelando... aunque tendré que lijar un poco para llegar a la madera blanca.
Cuando lo tenga preparado, ya pensaré en qué plantón le pongo. Pero tienen muchos números los esquejes que hice en diciembre de 2013 a mi Sabina Rastrera. Ya veremos...
De momento voy a ver si preparo la madera muerta, que va a ser un faenón. Y justo acabo de empezar...
Enero de 2015:
