Aquí os dejo la crónica de la salida de ayer... Aunque en la misma, falta un cachito de salida que no viví.
Pero bueno, lo vivido y disfrutado, queda aquí plasmado para vosotros...!
IV Trobada Noies Moteres. MARTORELL.
Ocho de mayo. Una de las citas más importantes del año... y que por poco –muy poquito- nos perdemos…
Para empezar… el fin de semana ha sido una verdadera pena -meteorológicamente hablando.
Y encima, los medios no se han puesto de acuerdo para nada, realizando distintas predicciones. Dispares, antagónicas entre sí, o incluso –directamente- disparatadas...
Con lo cual, como casi siempre, sólo se podía decidir sobre la marcha.
Y eso es precisamente lo que hicimos.
La salida en cuestión –y por eso es una de las más importantes para nosotros- no tenía otro destino que el Cuarto Encuentro de Noies Moteres, organizado por nuestros grandes amigos, Els Mussols Moto Grup.
Para más señas, en Martorell…
Estupendísimo evento dedicado al género más bello. Las dulces féminas…
Con la única condición –si cabe alguna-, que estén tan envenenadas del vicio del motor, del caucho, del asfalto, y el octanaje… como nosotros.
Que las hay… Y muchas…!! Je, je, je…
Así pues, hoy se celebraba en el recinto de Ca n’Oliveras, una de los eventos más esperados del año…!!
La Trobada de Noies Moteres!!!
El día anterior… después de haber asistido al sexto Riverside celebrado en Calafell, comprendimos que el Gran Manitou había sido muy clemente con nosotros impidiendo que nos mojáramos como parecía prometer el cielo de la mañana.
Y por eso… y porque el Gran Manitou no es precisamente el más clemente de los dioses del motor… temíamos que el domingo descargara todo aquello que no descargó el sábado.
Con lo cual… nos mantuvimos en contacto –aún estando la salida organizada debidamente-, para obrar en consecuencia directa a lo que el cielo nos deparara, según pasaran las horas…
O dicho de otro modo:
“Si llueve mucho, no salimos. Si no llueve… salimos. Y si llueve a media ruta, nos jodemos como unos campeones…!”
Así que acordamos realizar una llamadita mañanera… para comprobar y comparar el estado del cielo.
Y de ese modo, poder decidir con conocimiento de causa, lo más apropiado y seguro…
Pues la predicción más aceptada “popularmente”, era que durante la noche del sábado caería la de dios… Y así descargaría todo lo descargable, para dejar un domingo limpio de nubes… y soleado.
Con lo cual… a dormir!
Y a esperar que el Gran Manitou sea –una vez más- clemente con nuestras esperanzas moteras…!!
La mañana llegó de la mano de la alarma del despertador que descansa al ladito de mi almendruela. (Cabecita de peñón de Gibraltar)
Concretamente, a las cinco y media de la mañana… sonaba incesante -cual gallo cantarín-, despertando a todo bicho viviente de la casa, y alejando toda sombra de somnolencia…
El que suscribe, saltó impetuoso del catre… dispuesto a otear un cielo que aparecía más negro que el sobaco’un grillo…!
Y es que… a esas horas, cualquiera distingue un cielo despejado… de otro a punto de desplomarse…
Me preparé un cafetín… Un cigarrito… Y me dispuse a conectarme a la red, para distraerme mientras se acercaban horas menos intempestivas para llamar a los colegas.
Y se acercaron! Je, je, je… Tardaron unos cincuenta minutos, pero por fin llegaron esas horas que –además de ser menos intempestivas- permitían vislumbrar un cielo que empezaba tímidamente a clarear…
Serían algo así como las seis y veinte de la mañana, cuando mi menda lerenda comparaba el cielo de Sitges con el que observaba nuestro amigo desde Castellbisbal. (La localidad más cercana a Martorell de los que íbamos a ir, y mejor punto de referencia para esas “investigaciones”)
Y a juzgar por las descripciones… ambos cielos eran calcados. O lo que es lo mismo, presentaban –a priori- las mismas probabilidades de lluvia.
Para resumir en la descripción:
Cielo parcialmente tapado… con nubes sensiblemente más claras que las de la mañana anterior. Y que además -para más datos-, parecía que se esparcían por momentos… dando paso a un cielo que “quería” ser claro como el agua embotellada…
De puta madre!!
No es que las tuviéramos todas con nosotros… pero la verdad es que eso nos hizo decidir que valía la pena –y mucho- arriesgarse a salir.
Y es que… como decía en un principio, el de hoy, era un encuentro de los pocos que hay al año, en que AMICUS Moto Grupo no debe faltar…!
Decidimos pues, continuar el plan como estaba trazado en un principio.
Salir… para encontrarnos directamente en la gasolinera de costumbre, en Martorell.
Aunque planeamos adelantar un cuartito de hora el encuentro… y coincidir en ella a eso de las ocho y media de la mañana.
Venga pues! Que hay ruta…!! Hay que prepararse, asearse, arreglarse… y salir raudo y veloz al encuentro de los amigos, para compartir –una vez más- el encuentro primaveral de Martorell…!!
Duchadito… me vestí pensando en un día calurosillo. Y sólo me puse una camiseta. “Nuestra” camiseta… je, je, je…
Pero aunque pensé en ponerme la chupa cuero, en previsión de si “caía algo”… los sudores me hicieron pensar en que mucho más apropiado sería una sudadera. Y eso es lo que me puse.
Salí de casa… fui para el parking… Y allí estaba mi pequeña, dulce y adorada montura –sin nombre desde hace unos meses-, esperándome –ansiosa- de cabalgar de nuevo bajo mis innombrables y nobles atributos!
Arrancó… calentó su aceite, y lubrificó su ardiente corazón… y en un periquete nos lanzamos los dos a la carretera, que en ésta ocasión aparecía húmeda bajo sus ruedas.
La ruta elegida para llegar a mi destino, fue subir por la C32 hasta la C15, para recorrer ésta llegando a Vilafranca. Donde pillé la N340… de la que me salí para empalmar de nuevo la C15.
Pero apenas unos metros… pues enseguida agarré la carreterilla a Sant Sadurní d’Anoia.
El ritmo -a pesar del estado de la carretera-, fue muy bueno…
Poco a poco… entre mi pequeña y yo fuimos devorando uno a uno los kilómetros que nos separaban de Martorell. Y poco a poco también, me fui dando cuenta de lo poco acertada que había sido mi decisión de pillar la sudadera y no la chupa…!
Pues el cielo, otrora despejaíto… empezaba a encapotarse, oscureciendo peligrosamente…
Pero bueno, hasta que no le veamos los huevos… no diremos que es niño. Así que mientras no llueva… pa’lante!! Je, je, je…
A todo esto, llegué a Martorell cuando apenas pasaban un par o tres minutos de las ocho y cuarto… Y como evidentemente, todavía no había nadie por allí… aproveché para llenar el depósito estomacal de mi pequeña, premiándola así por lo bien que se portó.
Y esperando –de paso-, aproveché también para llamar a mi encantadora esposa. Con la que, en previsión de las más funestas perspectivas pluviométricas… acordamos que en ésta ocasión no me acompañaría como estaba previsto.
Y me contó que el cielo de La Blanca Subur se estaba oscureciendo peligrosamente…! Y que fuera con mucho cuidadín al regresar…
Bien… Vamos bien…! – Pensé.
Pero bueno. Como decía aquél: A lo hecho, pecho!
Y como ya estaba en Martorell… y mis amigos a punto de llegar… Lo mejor que podíamos hacer, era disfrutar del encuentro programado en Ca n’Oliveras!!
K-RloteS fue el primero en llegar. A lomos de su preciosa Eliminator… Con el hermoso casco “gafotas” que nos enamoró ayer… Y embutido en su chupa de cuero!
Tú sí que sabes, company…!! Je, je, je…
Juntos, echamos un pitillín… charlamos un rato mientras esperábamos al amigo Canadian… Y justo cuando decidimos entrar en el bareto para echarnos un carajillete, nos llegaba un sms del compañero de Torrelles… indicándonos que tiráramos para el local de Mussols, pues él llegaría con retraso.
Con lo cual, y antes de entrar al bareto… pusimos en marcha los motores, dispuestos a recorrer los últimos metros que nos quedaban para llegar a nuestro destino… Pero, como en ésta ocasión no nos acompañaba nuestro Capitán de Ruta… Y de todos es bien sabida mi afición al despiste… Salí recto y sin doblar en la esquina.
Y mientras mi cerebro trataba de decirme –inútilmente- lo mentecato que soy… Un K-RloteS atento a la jugada, se posicionó a mi lado indicándome sutilmente que no tenía ni puta idea de a dónde dirigía mis pasos.
Así que de éste modo, convertí un paseo de apenas dos minutos… en una visita turística a Martorell. Y después de dar la vuelta al ruedo –más digno que Curro Romero-, dirigí –ésta vez sí- nuestras proas hasta el recinto donde se celebraba el especial encuentro…
Y llegamos!!
En la puerta estaban Rosana y Little… que nos recibieron con una sonrisa de oreja a oreja, dándonos la hoja para la inscripción, y comunicándonos que –de momento- no había llegado mucha gente…
Pero bueno. Todavía era prontito…y teníamos mucha mañana por delante!!
Entramos dentro, y efectivamente. Allí había más bien poquitas motos…
Así que aparcamos al ladito –prácticamente- de las que serían Stoppers en la ruta… Y apenas nos habíamos bajado de la moto, nos pusimos a saludar a los fantásticos amigos que allí nos recibieron!!
Pep y Santi, que estaban cerquita de las motos para ir acomodándolas según fueran llegando…
Un poco más allá, Anna y Rafa, encargados –además- de inmortalizar los momentos del evento, de amenizarlos con música y simpatía por doquier…
En las inscripciones, Cesc, Silvina, Nuria…
Jordi, Dely, Pili, Tere, Mary… en la barra.
Jaume, Jose Luís, Josep Mª… En fin. Todos, absolutamente todos, ocupados en hacer del acto, algo sensacional...!
Y es que son gente muy especial y fantástica, que ponen toda la ilusión del mundo en cuanto hacen. Y esa y no otra, es la razón del éxito de sus eventos…!!
Aunque, en ésta ocasión, parece que la cosa no iba a ser tan exitosa como otras veces… Pues el tiempo –según nos contó más tarde Canadian-, lejos de clarear definitivamente… incluso dejó caer un par de gotillas…!
Y claro, eso, a la gente en general… les corta un poquillo el rollo a la hora de salir…
De hecho, nosotros mismos unas horas antes, barajábamos la posibilidad de ir o no en función del tiempo…
Pero bueno. Todavía era pronto… y el sol podía acabar saliendo…!
A todo esto, K-RloteS y yo nos dirigimos a la barra de las inscripciones… y allí nos dieron –aparte del ticket del desayuno-, el del sorteo… y el parchecillo acreditativo de haber asistido a la cuarta edición de éste encuentro fantástico, de chicas moteras…
Con el ticket en la mano… nos dieron las pastitas de rigor, y la bebida a elegir. Yo me pillé un zumito de melocotón… y K-RloteS un carajillito de ron. Aunque al ver la botellita de Pujol, no pude resistir la tentación de pedir que mi zumo también fuera “bautizado” como es debido, según las normas de nuestro señor Baco…!
Viciosillo que es uno… Je, je, je…
También había bocadillos… Pero no sé si era por la emoción del momento, por los nervios de tener que regresar pronto, o por la posibilidad de lluvia… pero el caso es que –de momento- no tenía demasiada hambre. Y las dos pastitas, se me antojaron suficientes para desayunar.
Ya veríamos si luego almorzábamos con un bocadillejo…!
Nos sentamos en una mesa… justo en frente de uno de los socios de AMCAM más longevos! Ochenta… y seis! Creo…
Un señor simpatiquísimo, del que lamentablemente no recuerdo el nombre. Pero que tanto él, como los dos o tres de su quinta que estaban allí, siguen montando en moto… y pegándose buenas rutas!
De hecho -según nos contó Dely…-, las mujeres de estos señores todavía montan de vez en cuando…!
Ojala llegáramos nosotros a esa edad… montando todavía en moto…!
Al señor, lo habíamos visto unos minutos antes, porque habíamos aparcado justo al lado de su niña… Una preciosa MV Agusta…!!
Qué guapotas se ven esas monturas, tan bien conservadas!!
Allí desayunamos la ligera pitanza, y decidimos echar un pitillín… cayendo en la cuenta que Canadian todavía no había llegado!
Y al mirar el móvil, y ver una llamada perdida suya… temimos que algo malo le hubiera pasado. Así que le llamé… sin éxito. Pues no lo cogía…
Nos dimos una vuelta por el recinto… al que poco a poco, iban llegando alguna que otra moto…
Pero la cosa no terminaba de arrancar. Y ya pasaban de las nueve y media de la mañana…
Un compañero de Mussols, del que no recuerdo el nombre, descubrió en la cubierta trasera de su moto, un clavo hijo puta… clavado hasta el hígado. Y Pep, que es muy previsor… sacó en un periquete un kit de reparación de pinchazos, que causó la sensación entre los presentes… a juzgar por la cantidad de personas que nos entretuvimos contemplando todo el proceso de reparación…
Típico. En éste país… siempre que hay uno trabajando, alrededor hay como mínimo siete u ocho que lo miran. Je, je, je…
El kit en cuestión, consistía en una especie de mecha, que tras sacar el clavo… y agrandar el agujero provocado por el mismo, se introduce con ayuda de una pieza con forma de barrena… rellenando el agujero, y taponándolo desde dentro.
Y luego, cortando la mecha sobrante del exterior… dejar lista la reparación.
Aunque más de uno por allí comentaba que éste tipo de reparación, no es muy recomendable.
O mejor dicho… que es algo para salir del paso en un momento de apuro. Pero que lo verdaderamente recomendable… sería cambiar la cubierta.
En fin… Un ratillo entretenidos que pasamos allí contemplando cómo Pep, Jaume, y Cesc, reparaban la rueda del muchacho... dejando la burra lista para la ruta que empezaría en un rato.
A todo esto… llegaron nuevas motos al recinto! Y de auténticas moteras!! Je, je, je…
Moteras que pilotaban burras, que yo mismo me acojono de verlas…!
Y es que… por mucho que lo llamen el “sexo débil”, nos pegan cien patadas en cuanto les sale del… Ja! Y nosotros, contentos y “engañaos”… je, je, je…
Pero bueno, el tema es que llegaron motos… moteras… moteros… y la cosa, poco a poco, se iba animando….!
No como cabía esperar de un evento como aquél… pero bueno… La cuestión, como dijeron Rafa y Pep en el escenario, es pasarlo bien. Seamos ochocientos… o cincuenta. Y eso es lo que íbamos a hacer…!
Canadian, al que había llamado ya tropecientas veces… apareció en el momento menos pensado por la puerta del recinto!
A lomos de su “sombrita”… Con pantalones y chupa de cuero… Y unos ojos que no dejaban duda alguna de la razón de su retraso:
La piltra!! O… el amor a quedarse en ella!! Je, je, je...
Y es que… una hora y cuarto de retraso, es algo para temerse algo malo. Pero no…
Afortunadamente, la razón del retraso fue puramente el afán de dormir un poquillo más, después de haber pasado media noche empapelando su pueblo con propaganda electoral…
No tardó en inscribirse… y ahí descubrimos –K-RloteS y yo- que a los inscritos les entregaban una bolsa con una camiseta… unas revistas… etc.
Bolsa que a nosotros dos –con el cachondeo del momento, y los saludos…- no nos dieron. Je, je, je… Despiste por ambas partes…!
Nos sentamos con nuestro recién llegado compañero, para compartir un ratillo mientras se empujaba las pastas pa’dentro… Pues recién levantado como llegaba, tampoco tenía el hambre voraz que mostramos en el lema… je, je, je…
Y ahí sentados, nos enteramos que la rutilla estaba próxima a empezar.
Así que… para mí, también la salida.
Pues teniendo como tenía, que trabajar de tarde… ya tenía decidido que sólo realizaría media ruta. Y a la altura del Sant Sadurní… me separaría del grupo para regresar a casa.
Pero hablando con Pep... me comentó que en Sant Sadurní tirarían para el castillo de Subirats. Y que en lo alto… se realizaría la foto de grupo.
Y como después del castillo, se volvería a bajar a Sant Sadurní… Merecía mucho la pena que retrasara la partida, posponiéndola para la segunda vez que pasáramos por la conocida ciudad del cava.
Paseíllos… Vistas a las motos, para echar fotos… Un pitillico más… Y llegó la hora de la ruta!!! Ole!!!
No me despedí de nadie –como tenía pensado hacer antes de salir-, porque en el momento de la foto, me daría tiempo para hacerlo.
Así que… sólo restaba arrancar motores, y partir todos en formación… a descubrir la ruta que nos habían preparado…!
Rosana, que capitanearía como de costumbre la comitiva motera… me preguntó si podía llevar “paquete”. Pues una amiga suya quería hacer la ruta… y no tenía moto en la que ir.
Pero yo, que no terminaría la ruta, no era muy buena opción… Así que pregunté a mis compañeros, y un formalísimo Canadian, no tuvo problemas en llevar a la señorita en su grupa…!
Y bueno… Arrancó la ruta!!
Salimos de Martorell, prácticamente calcando el camino que recorrí esa mañana para llegar. Pero Obviamente, a la inversa.
Salimos cogiendo la carretera a Capellades… pasamos Masquefa… Y en un desvío, nos fuimos por una sinuosa carretera -muestra de lo que nos aguardaba-, hacia Sant Sadurní.
Allí, viramos para ir en busca del castillo antes mencionado… subiendo carretera curvera… bajando más curveras carreteras… y así, hasta llegar a una explanada en la que detuvimos todas las motos… unas al lado de las otras.
Dejándolas de este modo, aparcadas todas en el mismo sentido…
Y aquí, el amigo y compañero Gran Manitou… se portó como un campeón dejando salir a saludar al Lorenzo!!! Je, je, je…
Se podría decir incluso, que hacía calor!!!
Bueno, de hecho, el amigo Canadian se despojó de la chupa… quedándose en camiseta, y luciendo palmito…!! Ja, ja, ja…
Solete… todos en posición… Rafa, cámara en ristre… y foto!!! Ole!!
Quedaba inmortalizada así, la foto de grupo de ésta cuarta edición, del encuentro más bonito de mayo en Martorell…
Después de eso, sólo quedaba terminar los pitillos al tiempo que nos preparábamos para el resto de la ruta.
Yo, tristemente, y con todo el dolor del corazón… me despedí de mis compañeros. Pues no terminaría la ruta con ellos… tirando ya para casa.
Es una putada… pero bueno, las cosas van como van…
Se arrancaron motores. Y yo, que soy más despistao que un zapato, salí sin darme cuenta con los Stoppers… hasta el punto en que estos esperaron el grueso del pelotón –capitaneado por Rosana- que se quedó en la explanada.
Allí, cuando llegó el grupo y me di cuenta de mi error… me coloqué detrás de los primeros, y a seguir ruta con ellos…!!
Pero muy poquitos kilómetros después, cuando ellos enfilaban para Gelida por la derecha… y yo descubrí Sant Sadurní por la zurda… puse el intermitente anarca, y me salí del grupo poniendo rumbo a mi casa.
Triste… apesadumbrado… Pero sobretodo acongojado! Pues el cielo, que hasta ese momento había permitido que un bonito sol luciera sobre nuestros cascos… empezó a encapotarse de nuevo.
Y cuanto más me acercaba a la costa, más encapotado lo descubría…!
Crucé Sant Sadurní… y tiré para Vilafranca.
Desde allí, pillé la C15, y bajé por Canyelles hasta casi Vilanova. Donde pillé de nuevo la C32… que me dejó en Sitges pocos minutos después.
Donde guardé a mi pequeña y dulce chiquinina… llegando por fin a casa. Donde me esperaba mi encantadora esposa con la comida en la mesa, y un besote dulce en los labios… je, je, je…
Y nada… Así terminó para mí la salida de ayer…!
Salida que a poco estuvimos de no disfrutar… pero que el tiempo, por obra del Gran Manitou, nos permitió realizar…
Espero que mis compañeros cuenten un poquito el resto de la salida… arrancando una mini-crónica desde el punto en que me fui…!
Pero seguro que todos –como yo- llegaron a casa con el alma hinchada de gozo… y el corazón ansioso por salir de nuevo…!!
Oh, yeah!!!!
NaClu2!!!