Un chico y su novia están en un momento muy acalorado.
El muchacho le ruega que acceda a hacer el amor, y ella se niega rotundamente.
Él sigue insistiendo... y promete meterle tan sólo la mitad del miembro.
Ante tanta insistencia, y confiando en la promesa, ella acepta.
Cuando están en lo mejor... él no resiste, y lo introduce completo olvidando su promesa.
La chica también se calienta, y de repente, entre gritos le pide:
- ¡Méteme la otra mitad, mi amor! ¡Métemela toda!
- No. Promesas son promesas... y yo, soy un hombre de palabra...
NaClu2!!!