Después de terminada la misa, se encontraba el cura en el altar ordenando sus adminículos, y contando el dinero de la colecta a los fieles. Y en el fondo de la capilla, es decir, en la entrada... estaba el sacristán barriendo.
El cura, tras contar doce veces el dinero recaudado y no poder creer que fuera tan poco -como muchas otras veces-, alza la mirada... y viendo al sacristán a lo lejos le grita:
- Sacristán!
Éste se incorpora, y le contesta también con un grito:
- Si, Padre...?
- ¿Quién roba el dinero de la colecta, Sacristán? -preguntó indignado.
Gestos del sacristán a lo lejos, indicándole que no le oye...
- Repito!! ¿Quién RO-BA el DI-NE-RO de la CO-LEC-TA??!!
- No se escucha padre!! -responde el sacristán.
En rápida maniobra y sin dar tiempo al cura para reaccionar, el sacristán se acerca al altar y le dice al cura:
- Padre, vaya usted donde yo estaba... y verá qué mala es la acústica de nuestra capilla...! Ya que no logré escuchar lo que usted me gritaba... Vaya, vaya, padre... Vaya... y lo comprobaremos.
Así que el cura va donde antes estaba el sacristán... Y entonces, desde el altar, el sacristán le grita al cura:
- Padre!! ¿Quién se acuesta con la sobrina del sacristán, cuando éste no está...??
Gestos del cura a lo lejos...
- Repito!!! ¿Que quién se acuesta con la sobrina del sacristán cuando éste no está??!
El cura se acerca al altar, donde está el sacristán, y le dice:
- Tiene razón, sacristán, no se escucha nada...!!!
Entonces el sacristán le pregunta:
- ¿Y, Padre, que me quería decir?
- Nada hijo, nada. No tiene importancia...
NaCluT!!!
